lunes, 11 de noviembre de 2013

El Crimen Ritual Judío (Ramón Bau) JEHOVÁ, DIOS DE ISRAEL

El Crimen Ritual Judío (Ramón Bau) JEHOVÁ, DIOS DE ISRAEL Las enseñanzas del Talmud(El libro de Los Sionistas) y Los Protocolos de los Sabios de Sión El pasado oscuro de Jehová Por años se había creído que Moloc y Jehová eran la diferencia entre la barbarie y la iluminación de un pueblo, del Pueblo de Sión, al dejar de adorar a un demonio sangriento y entregarse al culto de un dios todopoderoso que los había elegido como su gente predilecta. Sin embargo, recientes descubrimientos parecen comprobar que Moloc nunca existió como tal, sino que se ha tratado siempre del propio Jehová, en uno de los tantos errores que se han cometido en la interpretación de la historia humana. "Géenna" es una palabra griega usada para describir un lugar de castigo o tortura. Este mismo concepto es usado por los antiguos judíos con el vocablo hebreo "Ge Hinnom", alusivo al valle de Hinom, cerca de Jerusalén. Dicho lugar fue en el pasado un activo sitio de culto, en donde los judíos sacrificaban y quemaban a sus hijos primogénitos y a niños pequeños al dios Moloc, un demonio venerado por pueblos esclavos que exigía mucha muerte y mucha sangre como forma de liturgia (2 Crónicas. 28:3; 31:1, 6). Hinom terminó siendo conocido también con el aterrador nombre del "Valle de la Matanza". Los relatos de tiempos bíblicos hablan que los cadáveres de los asesinados en honor a Moloc eran enterrados hasta que el sitio no daba a bastos, mientras que otros debían quedar a la interperie, convirtiéndose en comida para las aves carroñeras: "Porque los hijos de Judá han hecho lo malo ante mis ojos, dice Jehová; pusieron sus abominaciones en la casa sobre la cual fue invocado mi nombre, mancillándola. Y han edificado los lugares altos de Tofet, que está en el valle del hijo de Hinom, para quemar al fuego a sus hijos y a sus hijas, cosa que yo no les mandé, ni subió en mi corazón. Por tanto, he aquí vendrán días, ha dicho Jehová, en que no se diga más, Tofet, ni valle del hijo de Hinom, sino Valle de la Matanza; y serán enterrados en Tofet, por no haber lugar. Y serán los cuerpos muertos de este pueblo para comida de las aves del cielo y de las bestias de la tierra; y no habrá quien las espante." Y haré cesar de las ciudades de Judá, y de las calles de Jerusalén, la voz de gozo y la voz de alegría, la voz del esposo y la voz de la esposa; porque la tierra será desolada" (Jeremías 7:30-34). El lugar de muerte y crema constante, alimentada por contínuas cargas de azufre, fue llamado "Seol". Miles y miles de muertos ardían en el "Seol"; todos ellos sin sumarles los otros tantos miles de animales que seguramente eran sacrificados en el mismo período para tal divinidad. Este panorama infernal sólo se ha vuelto a ver en algunos pueblos centroamericanos de los tiempos precolombinos. Tal era la cantidad de cadáveres apilados en el valle, que se optó por quemarlos, naciendo así la tradición holocáustica de la quema ritual del cuerpo sacrificado. Con el pasar de los años llegó a ser un lugar que funcionaba simultáneamente como sitio sagrado y como el depósito de deshechos de Jerusalén, a usársele para quemar basura y cadáveres. El espectáculo que debía haberse visto entonces era ciertamente sobrecogedor, una postal terrorífica de fuego, muerte e inmundicia, con columnas de humo negro y vapores fétidos provenientes de la crema y la podredumbre. Los judíos habían configurado la idea de un Infierno desde la cultura Persa y Babilonia, pero con esta nueva fuente de inspiración, van decorando su idea del averno con las características azufreras y piromaníacas con que hoy se identifica popularmente al reino del Diablo. En otras palabras, el sagrado valle de Hinom es el Infierno bíblico. Más aún lo fue, cuando la tradición del valle incorporó la posibilidad de sacrificar a los niños arrojándolos directamente al fuego, aún vivos.Se supone que Moloc era deidad amonita y moabitas, denominada Milcom en otros casos. El valle de Hinom es llamado también Tofet. Allí, el Rey Salomón edificó altos lugares altos donde posteriormente eran sacrificados los niños en honor de los ídolos, representados en varias estatuas que los hijos de Amón habían erigido como dioses. De todos ellos, el que más veces cita la Biblia es Moloc, símbolo de este culto judío infanticida: "Antes pusieron sus abominaciones en la casa en la cual es invocado mi nombre, contaminándola. Y edificaron lugares altos a Baal, los cuales están en el valle del hijo de Hinom, para hacer pasar por el fuego sus hijos y sus hijas a Moloc; lo cual no les mandé, ni me vino al pensamiento que hiciesen esta abominación, para hacer pecar a Judá" (Jeremías 32:34-35). Esta estatua, según la leyenda, era de bronce y tenían cabeza de becerro. Para el sacrificio, calentaban con antorchas sus manos extendidas hasta colocarlas al rojo vivo, y después depositaban sobre ella el cuerpo del niño o bebé elegido para el sacrificio, donde le esperaba, evidentemente, una horrible y nada de rápida muerte. Reyes de judá como Acaz y Manasés, incurrieron en esta práctica sacrificando a sus propios hijos. Sin embargo, dada las diferencias que la Biblia establece entre Moloc y Jehová, nunca se había tenido la sospecha de que pudiesen tratarse de lo mismo. De hecho, el Dios de los Judíos reclama constantemente contra el culto al demonio infanticida: "No des hijo tuyo para ofrecerlo por fuego a Moloc; no contamines así el nombre de tu Dios" (Levítico 18:21). O bien: "Cualquier varón de los hijos de Israel, o de los extranjeros que moran en Israel, que ofreciere a alguno de sus hijos a Moloc, de seguro morirá; el pueblo de la tierra lo apedreará. Y yo pondré mi rostro contra el tal varón y lo cortaré de entre su pueblo, por cuanto dio de sus hijos a Moloc, contaminando su santuario y profanando mi santo Nombre... con todos los que se prostituyeron con Moloc" (Levítico 20:2-5). Cuando el Rey Josias dicta una severa orden de prohibición de cualquier tipo de sacrificios humanos en el valle de Hinom, el lugar se usaría de ahí en adelante sólo como basurero y depósito de desperdicios, pero también recibiría los cuerpos muertos de animales y de criminales que habían sido ejecutados sin sepultura. Se habían convertido así en un lugar aborrecible, desagradable a los sentidos, y con un pasado macabro, donde el fuego ardía día y noche consumiendo la basura y la carne muerta. Era el Infierno de Moloc... "Pues es mejor que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado en Gehenna" (Mateo 5:29). De ahí en adelante, los sacrificios pasan a ser de preferencia con animales y en honor a Jehová... ¿Por qué este cambio de hábito y de dios? El "Gehenna" pasa a ser así, también, la promesa de una amenaza, de un fuego apocalíptico, temible. "Y la Muerte y el Hades fueron lanzados al lago del fuego. Esta es la muerte segunda. Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego" (Apocalipsis 20:14-15). Los arqueólogos han descubierto, sin embargo, que la expresión "Molloch", original de Moloc, no se refiere particularmente a un ídolo o demonio como lo sugiere erradamente la Biblia, sino que más bien al tipo de culto que incluye el sacrificio de niños y la quema ritual de los cuerpos. Y este culto está relacionado (y aquí viene lo sorprendente) , ¡con el propio Jehová!. Efectivamente, la inexplicada ausencia de representaciones arqueológicas y artísticas de Moloc ha quedado explicada a fines de los años '90, cuando una serie de hallazgos y nuevas teorías permitieron armar el rompecabezas y descubrir que la existencia de Moloc estaba siendo forzada a partir de las imprecisas afirmaciones bíblicas más que en los descubrimientos. El término "Molloch" era así el tipo de culto rendido a Jehová; el valle del Hinam era el lugar de veneración del Dios Judío y el fuego de Gehennna no era otra cosa que su propio fuego... Moloc siempre estuvo entre ellos y entre nosotros, hasta nuestros días. Ahora todo calza. Incluso los simbolismos bíblicos, como la entrega para el "sacrificio" que hace el propio Jehová con su hijo Jesús. La cruel petición hecha a Abraham de asesinar en su honor a su primogénito y la complacencia de este Dios Judío hacia masacres en masa, como la de Persia en los tiempos de Esther, son algunas de las manifestaciones de criminalidad ritual propiciada por este Moloc que ha maquillado su identidad de la mano de los nuevos judíos jerosolimitanos, que han olvidado de algún modo los horrores del valle de las Matanzas que alguna vez les fue atractivo. Esto explica también que en fases decadentes de algunas culturas que asimilaron en su sociedad a los judíos, como fenicios y cartagineses, comenzaran a practicar progresivamente el infanticidio molocquiano en sus rituales, dentro de cavernas-templos, con ceremonias que incluían la quema de fetos y neonatos, en honor a las personalidades del dios Baal, ahora asociado injustamente a un demonio, a Moloc, pudiendo salir de allí la versión demonizada de esta antigua divinidad: Beelzebut (Baal - Zebut). Esto coincide con la expansión del monoteísmo jehovítico por algunos pueblos del Mediterráneo. La idea de la absorción de energía vital por medio de la sangre es un concepto típico del judaísmo. Es practicado entonces a través de la tradición molocquiana, pero subsiste hasta nuestros días en el ininterrumpido sacrificio de animales en honor a Jehová, en la cocina "kosher", que sólo les permite comer carne de animales sacrificados ritualmente, y por supuesto, en los holocaustos, que requieren la quema completa del cuerpo de la bestia ofrecida a Jehová. Encontramos así otra explicación a la criminalidad propia del Pueblo de Sión, como un deber molocquiano alojado precisamente en su arquetipo de pueblo jehovítico, de Pueblo Judío. Moloc, aquel demonio que no era otro que el propio Jehová, encarna también la esencia orgánica de esta raza criminal y fundamentalistas, al vivir a expensas de la energía y la capacidad de otros, al usufructura de la vitalidad de las masas humanas y al tener una vida que podríamos catalogar de "vampírica", porque Moloc-Jehová, al necesitar proveerse de sangre para su existencia, es también un vampiro, un Dios-Vampiro, he allí el origen de todas las aberraciones de Antiguo Testamento, que Julius Streicher definía como "un horrible folletín criminal, lleno de asesinatos, incestos, fraudes, robos e indecencia". Como un comentario final, recordaremos a nuestro lector que el judaísmo viene practicando desde hace siglos una relación selectiva de mezcla con las demás razas humanas, especialmente al procurar matrimonios entre mujeres representantes del "Pueblo Elegido" y algunos elementos masculinos del los grupos de la aristocracia de cada país o cultura. Esto no sólo le permite acceder a sitios de importancia en la sociedad correspondiente, sino que liquida además la tendencia aristocrática del linaje correspondiente, al inocularle el germen judío. Esta es la esencia de la sencilla manipulación vampírica de las mezclas de sangres propiciadas por el judaísmo jehovítico... Es la nueva cara del culto a Moloc, sacrificando para él sociedades enteras, razas y pueblos completos, sin necesidad de derramar una gota de sangre, porque el fuego de Gehemma, hoy arde entre los genes, en el valle del alma de cada hombre. http://www.tdld.org/publ/exposicion_de_las_religiones/el_pasado_oscuro_de_jehova/11-1-0-49 El Crimen Ritual Judío (Ramón Bau) http://nsargentino.blogspot.com.ar/2010/11/el-crimen-ritual-judio-ramon-bau.html Hemos de hablar sin miedo de temas que pronto nos estarán prohibidos por la dictadura demoliberal. Durante los últimos diez años no recuerdo haber leído absolutamente nada de este delicado tema, que es absolutamente maldito, y sobre el cual casi nadie desea ni siquiera hablar, incluidas las propias revistas Nacionalsocialistas. Parte de esa prevención sobre el tema se debe a lo poco que se sabe sobre ello, pero también a que si se habla de ese asunto parece que uno este soñando con fantasmas y cuentos de viejas, con lo que se duda de su salud mental o al menos de su capacidad de ser sensato y equilibrado en otros temas. Pero este artículo es especial, y por ello no creo que debamos dejar de abordar un tema espinoso y muy poco popular sólo por miedo al "que dirán". Desde luego no pretendo efectuar un estudio histórico sobre los principales casos de crímenes rituales que se conocen (existen casos claramente documentados), no es esto lo que me interesa difundir, sino el porqué, el espíritu y la esencia del problema es lo que nos debe interesar aclarar. En realidad el problema se basa en los textos de la llamada "Tradición" judía religiosa: El Talmud. El Talmud es una recopilación de textos rabínicos escritos en diversas épocas, que recogen la "tradición" de la escuela rabínica judía. De la misma forma que la Iglesia Católica considera la "Tradición" como parte de la "Palabra de Dios", y por tanto formando parte del conjunto doctrinal "sagrado" de la Iglesia (esa "Tradición" viene dada entre los Católicos fundamentalmente por las Actas de Concilios y los documentos de los llamados "Padres de la Iglesia") de igual forma en el Judaismo la "Tradición" rabínica se ha concretado en un texto realmente poco conocido que es el Talmud. Una gran parte del "secreto" sobre los Crímenes Rituales está basado en el Secreto que se tiene en la difusión del Talmud. Durante siglos la difusión del Talmud entre los no judíos era considerado como un crimen por la comunidad judía. Incluso hoy día no se puede "comprar" el Talmud en las tiendas, es un texto que "está protegido" por el secreto debido al poder enorme del sionismo. En España publicamos un pequeño texto titulado "Judaismo al Descubierto" donde se reproducían una parte substancial de las peores y más repulsivas referencias talmúdicas. Existen así mismo diversos textos editados en Argentina que descubren también esos pasajes talmúdicos, etctéra... son pocos los libros que hablan de ello, pero existen y no son imposibles de encontrar por un especialista. Pero desde luego están fuera del alcance del público en general. Jamás se ha efectuado una película o un libro (tras la post guerra) que dé a conocer de forma popular los temas Talmúdicos. Realmente si un día la Justicia fuera para "ser justos" y no para beneficio del Sistema, las actuales leyes que prohíben el "odio racial" deberían prohibir el Talmud y por tanto la religión judía (mientras no condene de forma clara, pública y notoria al Talmud). ¡La simple aplicación de las leyes "democráticas" permitirían prohibir al Judaísmo!. La razón es que el Talmud refleja de forma clara y sin dudas una idea: El goim, el no judío (y en concreto el ario y el cristiano), es un ser despreciable, merecedor de todo el odio y desprecio, pero sobre todo, es un objeto asimilable a un animal. Esta idea central es básica para entender el origen del crimen ritual. El Goim es un animal, es comparado claramente con los bueyes y demás animales de "ganado". Pero además hay que entender que dentro de la tradición religiosa judía (cristiana) el "animal" es un objeto sin valor ni consideración. El judaísmo y el cristianismo no asignan al animal el valor de "parte de la Naturaleza", y por ello parte del Cosmos y de la propia esencia de la Vida, consideración claramente pagana y ecologista que seguimos los Nacionalsocialistas. Para el judaísmo el "animal" es un objeto sin valor, al servicio puro del hombre, tal como expone la Biblia en el Génesis: Todo está creado por Jehová sólo para servir al hombre. Pero el Hombre es, para el judaísmo talmúdicos, solo el Pueblo Elegido, el descendiente de Adán y Eva, según el Pacto de Jehová con su Pueblo, Israel. Por ello los Goims son parte de esa "creación" de objetos de Jehová al "servicio" del Pueblo Elegido. Son pues animales de ganado, "criados" para servicio del "Hombre", o sea del Pueblo Elegido. Esta es muy sucintamente la base teológica rabínica que se refleja en el Talmud y que de alguna forma ha calado en el espíritu del inconsciente colectivo del Judaísmo durante siglos de enseñanza rabínica cerrada y claustrofóbica. Pero existe además otro tema a entender previamente: La Cábala. O sea la vertiente mágica y esotérica del Judaísmo. Debido a la esquizofrenia mental propia del judaísmo, a su historia de miseria moral y de sectarismo cerrado, ha creado durante siglos una visión esotérica y secretista, repleta de símbolos y ritos generados durante siglos de oscurantismo, en las sinagogas y las tenebrosas reuniones de los guettos... todo ese conjunto de creencias forman la Cábala. Existe una relación clara entre textos "sagrados" religiosos del judaísmo y la Cábala, cosa que no es de extrañar si alguien ha leído, por ejemplo, textos como el Apocalipsis llamado de San Juan (que refleja el estilo de otros varios Apocalipsis judaicos). Textos místicos, de talante terrorífico, crueles y brutales, donde la Bestia es el centro del odio y la victoria judía es siempre sangrienta. La Bestia en el Apocalipsis es sin duda Roma, el pueblo pagano, la "gran prostituta", y a la postre el Goim. De textos así, meditados en conciliábulos secretistas y cerrados por rabinos, dentro del ambiente de odio y degradación del guetto, y bajo el caldo de cultivo del odio inmenso que siente la tradición talmúdica judía sobre el cristiano y el goim, se generó la idea del Crimen Ritual. Tenemos ya un primer antecedente moral en el rito judío, absolutamente vigente y actual, de matar los animales del ganado de forma especial, mediante un ritual repulsivo y sangriento, que demuestra ya de por sí una falta de sentimientos y una brutalidad interior indecente. Los judíos mantienen la matanza de los animales para su alimentación según un rito especial que se sigue puntualmente actualmente en los mataderos, efectuando ese rito - matanza rabinos o matarifes - rabínicos. El mero hecho de hacer intervenir "palabras" y ritos religiosos de forma premeditada en las brutalidades que se cometen con el ganado, desangrándolo, evitando que se les permita "adormecer" para evitar dolor, en fin eliminando los pocos adelantos antidolor que se están intentando introducir en los mataderos, ya demuestra un fondo cruel y sádico. Muchas sociedades pro - animales se han quejado de que se permita la tortura de animales en los mataderos bajo la excusa de "ritos religiosos", pero evidentemente no sen ha conseguido jamás que se prohíban tan crueles prácticas, una vez más protegidas por el poder sionista. Ese mismo rito llevado al ganado - goím, sería la base del Crimen Ritual. Se trata de ofrecer a Jehová el ganado - goím más deseable, al goím más significado, o mejor a niños, como el sacrificio de terneros o corderitos lechales era el más deseable en las ofrendas de animales. Dado que en repetidos textos talmúdicos el goim no es más que ganado, en tanto es una mera criatura más creada por Jehová para disfrute y uso del Pueblo Elegido, ese rito de sacrificio humano no es realmente "humano", sino sólo un reflejo de idéntico valor al sacrificio secular de ganado en el Templo de Jehová. Así pues el Crimen Ritual exige dos fases: La elección del goim a sacrificar, que debe ser "digno" de ser ofrecido, o sea debe ser significado o bien por contra "inocente", limpio, en el sentido en que se sacrificaba un lechal. Seguir un ritual mínimo. No se trata de un mero asesinato, sino de una ofrenda, por ello debe ser desangrado (dado que el rito judío exige que la sangre, elemento impuro según la Biblia, sea separada de la "carne" a ser ofrendada). Y exige un rito también en la ofrenda, unas palabras, unas lecturas de ofrenda. Por supuesto una parte del judaísmo religioso se ha separado de la interpretación estricta del Talmud. Como los Protestantes se han separado de la "Tradición" Conciliar. Pero otra gran parte sigue fielmente la tradición talmúdica. Y no vamos a ocultar que una gran parte de las autoridades rabínicas actuales condenan oficialmente no sólo el Crimen Ritual, sino la interpretación "animal" del goim, incluso aunque acepten el Talmud. En realidad la realización de Crímenes Rituales exige o ha exigido normalmente la intervención de una componente esotérica, de la Cábala. Han sido siempre elementos ortodoxos judíos, influidos grandemente por las locuras cabalísticas y por un odio desmedido los que han intervenido en esos hechos. Eso no evita que se hayan producido periódicamente hechos que son claramente crímenes rituales, casi siempre disimulados por la prensa, y más o menos ocultos en motivaciones de tipo "vámpirista" o bajo formas de "locura" demoníaca. Cuando se ha hablado de un crimen efectuado bajo formas rituales siempre se ha dejado un oscuro velo al tema, incluso cuando se ha encontrado al autor, y se le ha condenado, pero siempre sin aclarar el aspecto ritualista del crimen. No es de extrañar que hayan existido algunos casos entre niños palestinos que pueden ser claramente crímenes rituales, y es muy probable que se hayan producido varios casos más dispersados por todo el mundo en los últimos años. Se han escrito textos clásicos sobre los crímenes rituales, e incluso hace poco pude ver una película como "¿Quien era la Dalia Negra?" que expone bien como podría ser un crimen ritual... ¡realizado en Hollywood, y en donde pese a las evidencias jamás la policía se plantea que pueda ser un crimen ritual judío!. La brutalidad y la crueldad unida a una inteligencia es lo que se necesita. Se precisa una cierta habilidad para poder efectuar el desangrado y el degüelle, el despiece, etctéra... pero a la vez se precisa una mente diabólica, cruel y sádica.... Si embargo creo que el judaísmo como tal ha abandonado la figura del Crimen Ritual en su concepción moderna. O sea, sin duda existirán aun sectas y núcleos judaicos que seguirán las ideas arcaicas del talmudismo y cabalismo, y que aceptarían pues el hecho ritualista. Pero a mi forma de ver se ha producido un cambio significativo en este tema: El Sacrificio personal, individual y sangriento corresponde a una época cerrada y sectaria del Judaísmo, propia de los guettos y su tiempo. El judaísmo actual ha cambiado el significado del sacrificio, pero no la del goím. El Goím sigue siendo un animal, un objeto, y de alguna forma el Pueblo Elegido sigue siendo moralmente dueño del destino, propietario, de los Goíms. Lo que ha cambiado es la forma de sacrificio. El judaísmo moderno está enfocado al dominio del mundo, y en esta fase no tiene sentido el sacrificio individual. Se trata ahora de un sacrificio comunitario: El sacrificio de la juventud y de la comunidad goím que es puesta al servicio del Pueblo Elegido. Los mismos elementos que en otra época y bajo condiciones del guetto hubieran soñado con el crimen ritual ahora trabajan en la degradación colectiva y sistemática de las formas de vida goim, o sea en su sacrificio en el altar de la concepción judía del mundo. El nuevo Crimen Ritual se está realizando en actos concretos y organizados de corrupción global. Sin duda la introducción de droga o la popularización de formas degenerativas, la introducción sistemática de formas de vida sionistas como formas de vida "oficiales" de la comunidad goim, son la representación actual del rito permanente de odio y menosprecio del Talmud hacia la comunidad aria. "Borra la vida del Cristiano y matale. Es agradable a la majestad divina como el que ofrece un don de incienso" (Sepher Or Israel 177b, Talmud). Hemos tomado este ejemplo, entre los muchos que hay, para recordar algo que nadie quiere denunciar. El Talmud, y por tanto la llamada religión judía, es ilegal y criminal y debería ser prohibida en base a las leyes que prohíben el odio racial y religioso. No se hace pues estas leyes están al servicio del sionismo político, no de la Justicia. Breve comentario a los crímenes rituales judíos El antijudaismo impulsado por nuestro Führer, Adolf Hitler, se caracteriza por ser orgánico, metódico y científico. Esto significa que no se basa en prejuicios o interpretaciones religiosas, sino en un análisis profundo de todos los aspectos de la cuestión. Uno de ellos, que quizás no sea muy conocido por los jóvenes camaradas es el de las ceremonias hebreas de sacrificios humanos. Frecuentemente los judíos se burlan de esta "creencia" y la llaman mentira o patraña y aclaran que "está totalmente comprobado que eso es completamente falso". Veremos: En primer lugar cabe destacar una expresión judía muy común que ya ha pasado a nuestra cultura, esta es "chivo expiatorio o "chivo emisario". Esta tiene su origen en la tradición de hacer sacrificios con animales para lograr la ayuda de Jehová. Ni siquiera ellos mismos lo niegan. Ahora bien, al leer el Talmud encontramos pasajes como este: "Porque se ha dicho: Y nosotros, ovejas de mi pasto, hombres sois (Ezequiel XXXIV, 31, nota 342 del capítulo VI), a nosotros os llaman hombres, pero no llaman hombres a los idolatras..." (Tratado Iebamot, 61a, página 242). Este: "La criatura que se halla en el vientre de una esclava cananea es igual que la cría que se halla en el vientre de un animal". (Kidushín, 69a, página 274). Testimonios moralizantes como los anteriores se reiteran incansablemente en otras partes del Talmud y la Zomar, por ejemplo: Borazot, 25b, página 161; Ketuwot, 111a; páginas 443 - 444; Sanedrín, 74b, página 305; Yebamot 62a, página 246; etctéra. En estos pasajes se declara lisa y llanamente que los no judios no son seres humanos. Son, según su religión, animales con forma humana, creados por Yahvé para servirlos. Por ejemplo un gran impulsor del sionismo, Iosef Agasi, admite que su pueblo no consideraba como personas a los extranjeros. Otros, como Shamuel Etinguer, o Isher Guinsburg lo confirman. La prohibición mosaica de no matar se aplica solo al prójimo (el judío). Existen elementos que nos permiten considerar con más seriedad el tema. Conocemos el origen semita del culto hebreo y así debemos saber que esos pueblos antiguos practicaban sacrificios humanos a Bual; Hamman - Mellarth. Se sabe que tenían su lugar también en eI culto de los grandes dioses de Babilonia, de Anow en Asiria, de Kamosch entre los Moabitas, de Melech o Moloch en la Biblia, etctéra. Es la costumbre del Antiguo Testamento designada por medio de la expresión "hacer pasar a sus hijos por el fuego" de la cual los Yahvistas Mosaistas (es decir los judíos ortodoxos) hablan con horror. Los habitantes del reino de Juda se dieron a esta práctica bajo los últimos reyes de la raza de David, ya era general entre los israelitas* en los tiempos anteriores (Revue de l'histoire de religions, tomo segundo, páginas 207 - 208). Esto quiere decir que era una practica común de las naciones semitas y lo que es más importante, que esa costumbre se extendió a los judíos en forma definitiva. Autores como el liberal Voltaire admite esto como hecho histórico cuando expresa: "O renuncien a sus libros, o confiesen que vuestros padres ofrecieron ríos de sangre humana a Dios, más de lo que hizo jamás ningún otro pueblo". (Voltaire, Diccionario Filosófico, artículo Judíos). Y hasta los más escépticos deberán rendirse al encontrar en el "libro santo", la Biblia: "Tomaste a tus hijos y a tus hijas que me habías engendrado y los sacrificasteis como manjar. ¿No bastaban tus prostituciones que degollaste a mis hijos y se los diste, haciéndolos pasar por el fuego?..." (Ezequiel, capítulo XVI, versículos 20 - 21) Los ejemplos documentados de este tipo de crímenes son abultadisimos. Dos víctimas han sido canonizadas y aun figuran en los martirólogos católicos. San Simeón de Trento y San Guillermo de Norwich. Sacrificios de este tipo se llevaron a cabo también en Blois 1171, Pontoise 1179, Londres 1181, Fulda 1235, Londres 1244, Zaragoza 1250, Northampton 1279, Creus 1293, Weissensse 1303, Praga 1305 entre otros. Federico Rivanera Carlés expone también el caso del niño de la Guardia (1490) llevado a cabo por marranos. Este tipo de ceremonias nunca se ha extinguido, ya que hasta principios de siglo se siguieron descubriendo casos como el de Konitz 1901, el de Nazareth (Estados Unidos) 1908, Bucarest 1911, Tcherme 1913, Kiev 1911-1913, etc. Para la mejor comprensión del tema realizaremos una guía de preguntas y respuestas. 1) ¿Por qué se realizan estos asesinatos rituales?. Los motivos podrían buscarse en el odio constante y furioso de los judíos hacia los idolatras. Pero esto va mas allá. En primer lugar sabemos que consideran a los no-judios como animales y, el hecho de que, (hasta hace cincuenta años) hayan vivido en sociedades que no le eran totalmente sumisas e incluso los reprimían y los segregaban los llevo a lograr revanchas mágicas por estos otros medios. Las del esoterismo, la cábala, la numerología, etctéra; eran patrimonio original de los rabis. 2) ¿Cómo son los sacrificios?. Ante la gran cantidad de casos es comprensible que se conozcan diferentes métodos. Uno bastante difundido sobre todo durante la Edad Media consistía en la crucifixión. Es común la tortura con puñetazos, quemaduras y latigazos durante largas horas. Los pequeños judíos deben participar con un golpe simbólico. En casi todos los casos se desviste completamente a la víctima. Finalmente se le suele hacer una herida mortal en el cuello y luego el cuerpo, sostenido por dos ayudantes, es colocado de cabeza para que se vierta la sangre en unos cuencos ceremoniales. Es muy importante que la sangre sea recogida. 3) ¿Por qué la sangre?. Para el culto hebreo la sangre es el vehículo material del alma. Por eso no pueden comer carne que no sea kosher. Las practicas mágicas con sangre humana los provee, según algunos, de poderes que están mas allá del conocimiento humano. Es probable que esto solo sea superstición, pero es una superstición en la que creen. Muchos rituales realizan con la sangre; por ejemplo, la rocían (seca) sobre el pene de los bebes destinados a algún futuro importante al ser circuncidados, la vierten en una bebida junto a una gota de la del meñique izquierdo de un rabino para que la beban algunos jóvenes, o la mezclan al preparar panes asimos (matza). 4) ¿Cuándo se realizan estos crímenes?. Pueden haber muchos momentos en el año, pero los mas específicamente indicados son la fiesta del Purim y la del Pezaz. Durante la primera, celebran la muerte de Aman y sus hijos, y durante la segunda, la pascua. El nueve de julio es un día propicio, sin embargo para los más religiosos cualquier momento es bueno para ofrecerle un regalo a Jehová. 5) ¿Se siguen realizando?. Si. Sin ninguna duda. Muchos se preguntan que sucede con algunos menores que desaparecen y nunca mas vuelven a vérseles. Quizás muchos de ellos han servido para estos aberrantes fines. 6) ¿Qué pruebas hay de que se realicen aquí y ahora?. Podemos citar el caso del crimen ritual del militante nacionalista Alfredo Guereño. Este fue secuestrado el 9 de julio (día de la fiesta hebrea llamada Seida - Amaphesmeias) de 1987 por un grupo de hombres que se lo llevaron en un auto. Su cuerpo apareció, días mas tarde, en el pozo de un ascensor en la calle Gascón al 600 de la ciudad de Buenos Aires, Argentina. Presentaba quemaduras hechas con cigarrillos y horrendas evidencias de tormentos. El brazo fue hallado en otra parte (cortado) y al cadáver le habían extraído la sangre. Camaradas: Esto nos confirma de nuevo que nuestro enemigo es el enemigo del mundo y su maldad no tiene limites. Nuestra lucha, bajo el luminoso sol de la Svástica, es la lucha de la luz y así, nuestra amada raza Aria, guiara a los pueblos para que ninguno vuelva a ser esclavo del judío. Asesinato ritual judío Chicago 1955 - El caso de los niños Schuessler y Grimes La comunidad Judía de Chicago una de las más adineradas en el mundo, ha ejercido siempre un grado sumamente poderoso de influencias en la escena de la Windy City, una influencia similar en alcance y poder (y sí no mas) que la de los sindicatos del crimen organizado italiano, más siniestro por ser lejos menos visible. En octubre de 1955 cuatro niños blancos, dos muchachos jóvenes que eran hermanos y dos hermanas adolescentes, fueron secuestrados y asesinados de una manera que sugería un sacrificio ritual judío, con el objetivo litúrgico de obtener sangre Gentil para mezclarla con el pan matzoh, usado en varias ceremonias esotericas y religiosas Judías como el Purim, Passover, Kol Nidre y Yom Kippur. Los muchachos eran de apellido Schuessler y las muchachas Grimes. Ambos casos quedaron oficialmente sin resolver a pesar de cientos de horas - hombres de investigación por los detectives de Chicago. El caso Grimes, de hecho, apareció en un episodio de misterios sin resolver, hace varios años, pero la muestra no llegó más allá. Los casos compartieron claramente características en común. Ambos muchachos, de seis y ocho años de edad respectivamente, y las muchachas de trece y quince, se hallaron desnudos, aunque no habían sido asaltados sexualmente. Según los informes de patologos, se les había mantenido vivos por algo de tiempo después de que se reportaron desaparecidos, aunque el clima frío al que se expusieron los cuerpos impidio determinar el tiempo exacto de su muerte. Los cadáveres mostraban marcas de ataduras en las muñecas v tobillos, lo aue índica que se habían atados o se inmovilizaron. (*) Se habían torturado a todas las víctimas principalmente con cortes pequeños, poco profundos y heridas de perforación, ninguna suficiente como para causar muerte por sí misma. Se determinó que la pérdida de sangre era la causa del oficial de muerte y al pánico debido a pérdida de la sangre y exposición; los cuerpos de los niños estaban "drenados de sangre" según observaron en la escena del crimen. Las dos víctimas mujeres habían sido torturadas por repitidas heridas de perforación en la parte superior del torso, muslos y nalgas, lo que sugiere un elemento sádico sexual en las motivaciones de los asesinos, pero a las dos jóvenes víctimas masculinas se habían traspasado por las manos, muñecas, y pies con armas más grandes, similares a estiletes o punzones de carpintero, que infligen heridas muy parecidas a los llamados estigmas, las heridas de Cristo. Lo interesante sobre estos casos no es que los asesinatos esten sin resolver, sino la vision que por una vez damos a la magnitud de las cosas que los judios sospechosos haran para encubrir los casos del asesinato ritual. En vista del gran interes publico en el caso, había por supuesto muchos medios de comunicación informando de el. El Daily News de Chicago publico una edición de la tarde detallando la naturaleza ritualística de las heridas infligidas en los muchachos Schuessler, comparándolas con un caso anterior en que un muchacho apellidado Peterson se habla hallado muerto con el mismo tipo de heridas, y se especulaba que miembros de un "culto religioso" puediesen estar involucrados. Luego de diez minutos de que la edición llegó a la calle, se enviaron fuera camiones para traerlos a todos; se arrancaron de los kioscos de periódicos todas las copias y se tomaron las placas de impresión desde el edificio de Noticias donde estaban, para ser quemadas. Ocho copias de esta edición fueron obtenidas por una mujer llamada Señora Lyle Clarle dan Hyníng, quien publico un periodico conservador llamado Women's Verice, Cuando llamó la oficina de las Noticias Diaria preguntar por qué el diario se había revocado, se dijo habían llegado demasiadas "quejas" sobre él y era probable que causara “Inquietud racial". La Señora Van Hyning tenia sus propias sospechas y envio al padre de los dos muchachos asesinados, Arnold Schuessler, una copia del concluyente trabajo de Arnold Leese asesinato ritual judío. Schuessler leyó el librillo y quedó aturdido con lo que aprendio. Entonces, tomó la equivocada decisión de partir hasta la policía y exigirles que se investigara la muerte de su hijos en el ángulo de un posible asesinato ritual. El Alguacil del Condado en aquel tiempo era un Judío llamado Sam Lohman, e inmediatamente puso al señor Schuessler bajo arresto por sospecha de haber asesinado a sus propios hijos. Un diputado judio apellidado Horowítz, envió al hogar de Schuessler un pelotón de hombres; tras haber saqueado la casa en busca de "evidencias", Horowitz, entonces, puso a la Señora Schussler y a su familia bajo arresto domiciliar, prohibiéndoles salir de la casa o hablar con alguien por telefono para que no difundieran "rumores injustificados acerca de los Judíos". Arnold Schuessler fue sometido a la prueba del detector de mentiras, pasándola por completo y en forma tan satisfactoria como para probar que tenía una coartada contra los asesinatos. En lugar de soltarlo, las autoridades recluyeron a Arnold Schuessler en una institución mental privada en Des Plaines, Illinois, operada por un doctor Leon Steinfeld. El señor Schuessler fue sometido a toda prisa al electroshock, donde murio esa misma tarde en que llegó al "sanatorio", habiendo suficiente publico enterado sobre la muerte extraña del padre, al punto de que se desarrolló una investigación publica del caso de Schuessler y el doctor, Steinfeld se vió forzado a testificar. Allí declaró que Arnold Schuessier padecía de “alucinaciones” y “delirios de paranoia” que "personas seguramente se los inducían desde afuera". En 1955 salieron, a raíz de esto, unos honrados ofíciales publicos. Uno de ellos era el Coronel del Condado, un viejo irlandés llamado doctor Thomas MeCarron, quien era también una psiquiatra calificado. MeCarron conocía al doctor Steinfeld desde hacia tiempo. Durante la Segunda Guerra Mundial, se había proseguido a Steinferld por darle varias drogas legales e ilegales a muchachos judios, las que les producian fibrilaciones del corazón, saturación de sus pulmones con un líquido que simulaba la tuberculosis, condiciones nocivas de la piel, etctéra para que pudiesen evitar el servicio militar. Steinfeld, según afirmaba, había reunido 2000 millones de dólares por cabeza por cada Yiddishe Mama's Little Bubbeleh que reunió mientras luchaba contra los Nacionalsocialistas como un gran líder. (¿Cúanto podría darse por sus pruebas, como algunos estandartes de una vieja svástica comprada y colgada en su pared, junto con toda una colección de medallas falsas? - NT) El doctor MeCarron llamó a Steinfeld un mentiroso y un charlatán y entregó todo los documentos en el caso al abogado de distrito, recomendando que Steinfeld fuera juzgado por perjurio y asesinato. También denunció a Steinfeld a los periódicos y públicamente declaró su impresión de que se había asesinado a Arnold Schuessler. En respuesta, recibió una orden del oficial del abogado de distrito de no hacer ningún otro comentario público sobre el caso. Varias noches más tarde, para dar énfasis a la naturaleza seria de la advertencia, una pequeña bomba voló la puerta delantera de la casa de McCarron. Pero hubo por lo menos alguna justicia tardía. Varios días después de que la pesquisa cerró, Leon Steinfeld huyó del país. Voló a Suiza por una "cura de descanso" y se le halló colgado en su hotel una mañana, en un supuesto suicidio. El columnista de un periódico judio Irv Kupcinet estableció una "simpatía consolidada” y poco después de esto se presentó a la viuda de Arnold Schuessler, la madre de los niños asesinados, con cien millones de dólares aportado por la comunidad judia de Chicago, una suma inmensa de dinero en 1955 - 56, valor fácilmente equivalente a un par de millones hoy, y una accion muy extraña de los Judíos para ser dada a una víctima Gentil de un crimen, un alemán en este caso, a menos que estuvieran comprando el silencio. Hubiera habido una conexión final con este horrible caso. El autor británico Arnold Leese proveyó cantidades macizas de recortes de noticias e información, incluso una transcripción de las pesquisas, por sus corresponsales en Chicago, y estaba trabajando en una cuenta definitiva del caso Schuessler como uno de los mejores documentados asesinatos rituales Judíos de los tiempos modernos, cuando casualmente murió de súbito en la primavera de 1956. Ninguno de los archivos de Schuessler en los que había trabajado y que les mostró a varios amigos y visitas, se halló en alguna parte en su posesión, cuando se inventariaron sus efectos después de su muerte. Se ató el último cabo suelto. Uno mira hoy esas pequeñas caras tristes de los cartones del envase de la leche, y no puede ayudar, sino sorprenderse... (*) Nota: Los cadáveres de los muchachos asesinados presentaban tambien marcas de signos innegablemente cabalísticos que habian quedado impresos en su espalda cuando estaban vivos. Esto hace suponer que fueron colocados acostados sobre una mesa en la que estaban grabados estos símbolos quedando estampados en la piel antes de ser sacrificados, probablemente encima de ese mismo mueble. Los símbolos eran similares a los que aparecen en el Libro de Zohar que prescribe los sacrificios rituales, según las fotos de los expedientes del caso. Comentarios a algunos casos de crímenes rituales judíos en el siglo XX La sangre de un ser sin alma, sin energía vital, no le sirve al judío para el Purim ni para los sacrificios: Los delincuentes, los asesinos, los degenerados y los "vampiros" que de vez en cuando aparecen entre los nacimientos de los no judíos (por no operar ya la selección natural entre los seres humanos) y toda la escoria más baja de una sociedad no es beneficiosa para ellos; sí lo serán los inocentes que caigan en sus manos... Es por eso que, donde quiera que estén en el mundo, los judíos simulan ser filántropos defensores de la vida, pacifistas y contrarios a la pena de muerte. A pesar de todo, durante la época contemporánea aún se realizan aisladamente algunos sacrificios humanos de Purim al estilo de los que se realizaban en tiempos remotos, con una víctima que es secuestrada y torturada hasta morir con prácticas increíblemente sádicas y casi psicopáticas, en donde es frecuente lo que podríamos llamar la "muerte con marca en el cuello", ya sea por degüello (como en los asesinados de Nüremberg) o por estrangulamiento. En gran medida, los "horrores" inventados por los fanáticos judíos en torno a la fantasía del "Holocausto" son una exteriorización de su propio subconciente e inconciente colectivo, sediento de sangre, horror y muerte, pues además, muchas de las supuestas "torturas" que describen como habituales de los "campos de exterminio" son prácticas frecuentes en sus Purim. El asesinato a sangre fría de los oficiales polacos en los bosques de Katyn fue un gran Purim ejecutado por los comisarios rusos del ejército rojo, todos ellos judíos, a pesar de que por años se trató de culpar a los alemanes de este horrible hecho, hasta que la verdad se impuso... Actualmente, pueden verse aún ejemplos de estos sacrificios jehovíticos. En Polonia, por ejemplo, los judíos "chassidim" practicaban fanáticamente, desde tiempos remotísimos y con toda impunidad, la vieja usanza del Purim, con sacrificio humano directo y todo, siendo muy probable que aún lo hagan de un modo parecido. Así nos explicamos que el papa polaco, Juan Pablo II, haya declarado que los cristianos eran "hermanos menores de los judíos", ciertamente lacayos muchos de ellos (lo que nos recuerda una leyenda medieval judía según la cual, algún día, llegaría a la casa del Vaticano un papa judío, llamado "Elhanan") sin que jamás haya alzado su sacrosanta voz contra las masacres de árabes de todos los años por parte de sus hermanitos mayores. El 5 de septiembre de 1938, 59 jóvenes Nacionalsocialistas chilenos fueron asesinados a mansalva en la llamada "Masacre del Seguro Obrero". El hecho de sangre, que involucró al propio presidente de la república de entonces, fue realizado por un grupo de oficiales policiales vinculados a la masonería chilena y dirigidos en el lugar de los hechos por un extraño judío llamado Francisco Droguett Raud. Todo esto hace sospechar que se trató, en parte, de un gran asesinato con connotaciones rituales. Y sobre los asesinatos individuales, aún se recuerda además la triste muerte del hijo del coronel Charles Lindbergh, famoso por haber atravesado el atlántico de un continente a otro a través de su avión "Espíritu de San Luis", por primera vez en la historia. Lindbergh era un ferviente partidario del Nacionalsocialismo alemán y declaró en varias oportunidades su antijudaismo. Del mismo modo, su padre se oponía a la creación de la Federal Reserve Banking Sistem, fundada por los mismos judíos que financiaron la Revolución Rusa. El resultado final: El hijo de Charles Lindbergh fue secuestrado el 1 de marzo de 1932, y aparece muerto después del Purim de ese año, celebrado el 22 del mismo mes. Lindbergh siempre sospechó que la muerte de su hijo había sido realizada por judíos, al igual que lo creía la policía, siguiéndole los pasos a una banda de mafiosos judíos liderados por uno de apellido Fleischer. Sin embargo, de súbito apareció como culpable un tal Hauptmann, de origen alemán, que fue ajusticiado sin evidencias concluyentes de su participación en un crimen que, por sus características, era imposible que hubiera sido realizado por un solo hombre. Ya antes y durante la Primera Guerra, la judería inglesa - la misma que preparaba el traslado de los Sionistas hasta Palestina - organizaba y dirigía acciones criminales en donde los muertos se contaban por montones. En 1916, con el propósito de proveerse de las muertes de gentiles necesarias para el período del Purim, las altas autoridades judeomasónicas del Imperio Británico protagonizaron uno de sus actos más viles, del que aún hoy día persisten heridas abiertas. El día Lunes de Pascua de ese año, los independentistas católicos irlandeses se alzaron ante la negativa del gobierno británico de cumplir con la Ley del Gobierno Irlandés, aprobada desde hacía dos años, que les daba su deseada autonomía. Unas 500 personas murieron en las revueltas por la sangrienta represión inglesa y 15 de los líderes irlandeses fueron ejecutados... Sangre católica para colmar la sed de los judíos de Albión. Por culpa de los desvergonzados historiadores de nuestros tiempos, poca gente sabe que los altos funcionarios judeomasónicos de Gran Bretaña tenían su propia versión de la KGB de sus colegas soviéticos, llamadas "Black & Tans". Esta milicia cometió horribles y atroces crímenes contra los irlandeses católicos, desde que fueron enviados hasta allá en 1920. Hoy en día, el conflicto entre blancos católicos y protestantes sigue dirigido por los poderosos judíos ingleses. La llamada secta fundamentalista "protestante" denominada "Orangistas", que desfila por barrios católicos de Irlanda todos los años, celebrando provocadoramente el centenario aplastamiento de los católicos, está absolutamente infiltrada y dirigida por judíos sionistas, algunos conectados a la Masonería y la poderosa B'nai Brith, y su símbolo en la mismísima Estrella de David, usando uniformes azules de retazos naranjos. Esta organización está relacionada con el grupo paramilitar de la "UVF", secta de asesinos protestantes dedicadas exclusivamente a matar católicos y dirigir atentados contra sus barrios en Irlanda. Muchachos de las vencidas fuerzas alemanas del Reich, fueron ejecutados sin juicio, sin defensa ni ajuste a las leyes internacionales, al final de la guerra. Miles de alemanes fueron asesinados de esta forma por los aliados y, al igual que en los bombardeos, las órdenes eran impartidas por oficiales y políticos de origen judío. Todas estas imágenes han desaparecido de la luz pública. Hombres, mujeres y niños asesinados por los aliados en los criminales bombardeos a los barrios civiles de las urbes alemanas, ordenados por los mandatarios judíos Roosvelt y Churchill. Por este holocausto alemán nunca hubo juicios de Nüremberg ni compensaciones. Miles y miles de civiles germanos murieron en los bombardeos a Berlín. Algunos "historiadores" han cometido el descaro y el sacrilegio de exponer algunas de esta imágenes fingiendo que se trataría de "víctimas judías del Holocausto" . En el verdadero holocausto, el que ocurrió contra los alemanes con la llegada de los aliados, los judíos no eran precisamente las "víctimas"... Ese sí fue un verdadero Holocausto, una "quema ritual", con miles y miles de asesinados por bombas incendiarias. Un escándalo que quedó en la impunidad absoluta. En Chile 59 jóvenes Nacionalsocialistas chilenos fueron asesinados a sangre fría durante un intento de sublevación nacionalista, en septiembre de 1938, en la "Masacre del Seguro Obrero", realizada por un grupo de oficiales masones por orden del Presidente de la República Arturo Alessandri (también masón) pero dirigidos por un extraño civil judío llamado Francisco Droguett Raud, que llegó al lugar de los hechos a darle órdenes e instrucciones a los propios uniformados. Una de las bombas atómicas fue lanzada sobre Japón, sin necesidad bélica real y con el único objeto de probar su poder destructivo en zonas urbanas y sus mecanismos de detonación. Por eso, la bomba de Hiroshima era distinta de la de Nagazaki. La isla de Japón presentaba, además, las características de aislamiento continental ideales para usarlas sin dañar países vecinos, amigos de los aliados. Desde su creador teórico, Albert Einstein, hasta el presidente de Estados Unidos que ordenó su uso, Harry Truman, prácticamente todos los vinculados al crimen de Hiroshima eran judíos. Ambas esas bombas fueron lanzadas con inscripciones que decían ser "un beso de los Estados Unidos para Japón e Hiroito". La Guerra de Vietnam también le presentó a los altos oficiales del Pentágono, vinculados a la judería, toda una gama de excusas para probar el poder destructor de un sinnúmero de armas de guerra sobre áreas civiles, como las bombas de napalm, Todo indica tambien que la Guerra del Golfo Pérsico habría tenido motivaciones muy parecidas, para probar armas de gases venenosos del ejército norteamericano. Se repite asi la crueldad criminal en las bombas de la judía Madeleine Albrigth contra Irak, las que llevaban burlas y consignas groseras escritas sobre sus cubiertas antes de ser arrojadas sobre civiles inocentes. Se podria seguir con los niños japoneses quemados al abrazo de fuego de la bomba atómica de Hiroshima y Nagazaki de 1945, utilizada por las altas autoridades judías que en aquel entonces dominaban los Estados Unidos. El creador intelectual de la bomba, Albert Einstein, el famoso científico judío que ha sido inmortalizado con una imagen de personaje simpático y agradablemente informal, insistió en varias oportunidades que la bomba fuera lanzada pronto, a pesar de que frecuentemente se hace creeer lo contrario. Einstein siempre estuvo de acuerdo con emplear la bomba atómica y usarla de preferencia contra Alemania, alternativa que fue descartada por poner en peligro a los países aliados cercanos a los límites germanos. Sobre los casos de famosos asesinatos individuales de corte ritual del siglo XX, empezamos con el "Caso Beiliss", ocurrido en 1911 en Kiev, Rusia. Ese año se halló el cuerpo desangrado de un niño dentro del terreno de una fábrica de ladrillos a la que sólo judíos tenían acceso y que tenía hasta una sinagoga propia. Se enjuició a su dueño, el judío Mendel Beiliss, pero por no llegar a un fallo unánime, fue dejado en libertad en 1913; sin embargo, el jurado resolvió que el crimen había sido de tipo ritual y con mucho sufrimiento, causado por un sinnúmero de heridas en todo el cuerpo. Los judíos de Kiev comenzaron de inmediato una campaña de desinformación sobre el caso, debiendo ser amonestados públicamente. Un hecho muy oscuro es el que dos pequeños hermanos, Genia y Valentine, que iban a dar testimonio contra Beiliss, murieron misteriosamente tras comer unas golosinas que les diera un policía judío llamado Krassowsky. Dos doctores judíos declararon que los niños murieron de disentería, pero extrañamente, después se retractaron de este informe, admitiendo que sí habían sido envenenados. Se supo también que a la madre de ellos, los judíos le habían ofrecido un soborno para culparse a sí misma por el asesinato del muchacho de la fábrica. El cadáver del muchacho presentaba además trece puñaladas en la sien derecha y siete en la izquierda, tal como prescribe hacer los sacrificios rituales el Libro del Zohar, de la secta de los Judíos Chassidim. Pero tras ocurrir la Revolución Rusa, los judíos bolcheviques anularon los resultados del juicio sobre "asesinato ritual" cambiándolo por un crimen común y corriente cometido, supuestamente, por un cristiano. Beiliss emigró a Estados Unidos y murió en 1934 siendo sepultado por los demás judíos como todo un héroe. Un panfleto fue distribuido por entonces en Kiev, advirtiendo a los padres de cuidar a sus hijos durante el período del Passover Judío, mostrando la imagen del cadáver del niño asesinado ritualmente en la fábrica de Beiliss. La horrible muerte ritual del hijo del coronel Charles Lindbergh es un tema tabú en nuestros días por tratarse de uno de los escándalos más graves que han involucrado prácticas de sacrificios humanos por los judíos, a pesar de que el poder secreto logró esconder la realidad de los hechos a nivel judicial. Una de las menos mencionadas matanzas del Siglo XX es el asesinato en masa de las familias germanas establecidas en Polonia, en 1939. Siempre se ha supuesto que fueron terroristas o policías polacos sus autores, lo que es muy posible, pero la presencia de un innegable toque ritual en este crimen nos sugiere que una mano "extra" debió haber dirigido esta masacre, probablemente los mismos que organizaron la Masacre de los Bosques de Katyn, en este mismo país, al año siguiente. Estos asesinatos, junto con ser brutales, incluían un revelador rasgo ritualístico propio de los sacrificios rituales del Purim: A todas las víctimas (mujeres y niños incluídos) le fueron extraídos los ojos con ballonetas. En la actualidad los judíos de Estados Unidos decidieron celebrar los 50 años de las Naciones Unidas con un bestial ataque a los restos de la ex Yugoslavia, so pretexto de corregir la grave situación política y social interna que sacudía a Serbia por aquellos días y que era propiaciada por la propia judería izquierdista que controla al gobierno serbio de Milosevich. Los culpables directos de este atroz crimen internacional son todos judíos que se esconden detrás del títere sexista de Bill Clinton, y los ataques forman parte del costo que debe pagar el mundo por culpa de los países poderosos que llevan a judíos hasta los puestos claves del Gobierno. Los judíos norteamericanos, asesinos que dirigieron esta sangrienta cruzada contra Yugoslavia, fueron: Madeleine Albright (Secretaría de Estado) tan activa en este asunto que se le llamó "La Guerra de Madeleine" , William Cohen (Secretaría de Defensa), Samuel Berger (Consejo de Seguridad Nacional), Stuart Eizenstat (Sub-Secretaria de Estado), Doug Sosnik (Consejero de la Presidencia), Steve Kessler (Consejo de la Casa Blanca) y Dan Schifter (Director de las Fuerzas de Paz), entre otros tantos que no caben en este espacio. Las escenas escalofriantes de los criminales ataques de la NATO sobre Serbia, fueron dadas por orden de los judíos que controlan los Estados Unidos. Soprende la agresividad y violencia con que estos gangsters actuaron contra Yugoslavia en este caso, sobretodo si la comparamos con la increíble indiferencia y pasividad que mostraron ellos mismos durante los horrores de la guerra civil yugoslava que agitó la mayor parte de esa década, a pesar de las súplicas de entonces de la comunidad internacional pidiendo detener el conflicto. ¿Asesinatos rituales de kosovares en Yugoslavia?... Mientras la NATO atacaba a civiles yugoslavos y kosovares por igual (siempre "por errores", que causaron más de 170 bajas sólo entre los musulmanes que pretendían "salvar") y de paso también a la Embajada China, Israel ofrecía asilo a los refugiados kosovares y Estados Unidos denunciaba la existencia de "Campos de Concentración" en una tremenda campaña por asociar al dictador procomunista y projudio de Milosevic con Hitler y los horrores del Holocausto. ¿Estaremos en presencia de una guerra absolutamente fabricada por los medios de prensa y los altos mandos del Pentágono y la Casa Blanca en complicidad con Israel?. Pasarán décadas antes de que el mundo pueda entender (o aceptar) realmente lo que ocurrió entre serbios y kosovares, y para que se acabe de entender quién estaba realmente detrás de las atrocidades cometidas por los ejércitos serbios y los "salvadores" de la NATO. En algunas fotos se pueden observar un bebé y un anciano kosovar asesinados por soldados serbios, pero con un estilo muy particular. El fallecido presenta el cuello cortado "ritualmente" (de oreja a oreja, como cordero). ¿Es acaso una costumbre que los soldados serbios degüellen ritualmente a sus víctimas?... No lo sabemos. ¿Quiénes podrían haber ordenado una "ejecución ritual" como ésta?... eso si lo sabemos, y usted tambien. El mismo año de los ataques norteamericanos a Yugoslavia, la judería rusa hacía lo propio... Los ataques de Rusia sobre Chechenia repiten el mismo estilo criminal de los antecedentes que mostramos. La judería rusa del borracho presidente Boris Yeltzsin y el entonces ministro de interior Vladimir Rachailo Putin, ex KGB descendiente de judíos rusos y posterior Presidente de Rusia, como ayer lo hiciera Stalin, han atacado sin compasión a los chechenos sublevados. Y de paso también a los recintos aledaños: Un mercado central y una maternidad, donde se produjo la mayoría de las cerca de 150 o más muertes. La versión de las agencias noticiosas y de la judería rusa: "El ejército ruso bombardeó bases guerrilleras islámicas de Chechenia"... Tras los atentados terroristas en Moscú de septiembre y octubre de 1999, atribuidos a los chechenos, los judíos Yuri Lushkov y Vladimir Putin, Alcalde de Moscú y el entonces Ministro de Interior ruso respectivamente, se valieron de ellos para desatar una persecución contra el pueblo checheno tomándolos detenidos en masa, como se ven en algunas imagenes. Entre el 6 y el 7 de octubre, las agencias del mundo informan que los rusos han atacado el poblado guerrillero de Shamil Besayev, en Chechenia para reprimir a los terroristas... Sin embargo, muestran que los cerca de 40 muertos eran civiles inocentes y desarmados. Las masacres fueron así la tónica de este siglo que cerró el milenio, de principio a fin. En 1932, el mismo año de la muerte del hijo de Lindbergh, un judío llamado Moritz Kaspar fue condenado a sólo 15 años de cárcel al confesar, ante la evidencia en su contra, que había asesinado ritualmente a la ciudadana Martha Kapar, como parte de un Purim... Sesenta y cinco años más tarde, en 1997, las cosas no han cambiado: El joven judío de 19 años Samuel Sheinbein, celebró su propio Purim secuestrando, asesinando y picando en pedazos a un adolescente de Maryland, para luego escapar de la justicia a Israel; y sólo luego de dos años de presión por parte de las autoridades y fiscales de Estados Unidos, el judío asesino confeso recibió una condena de sólo 24 años con posibilidad de salir a los 16. Así, pruebas hay en todos lados y a lo largo de toda la historia. Rudolf Hess es otro ejemplo. Era ya un anciano el llamado "preso número siete" cuando una mañana salió de su celda seguido de un gendarme, a dar su diaria vuelta por el patio de Spandau, como hacía 45 años lo venía haciendo. Hess era el único capaz de revelar los detalles de las psicotorturas y drogas utilizadas en la prisión, que ya había anunciado en parte con anterioridad, y una luz de libertad se filtraba hasta su celda, pues el canciller Kohl había enviado una carta, poco antes, a Margaret Thatcher, Ronald Reagan y Mikhail Gorbachev suplicando la liberación del anciano prisionero, además de las insistencias. Se esperaba entonces una respuesta... Pero Inglaterra tenía mucho que perder, pues Hess además poseía los argumentos de un siniestro secreto, que pone al Reino Unido más cerca del Tercer Reich que de los aliados, y como protagonista de una tremenda traición. ¿Cuál era ese secreto?. Hess se lo llevó al morir víctima de un Purim, ese día. En un descuido, el vigilante lo habría perdido de vista para encontrarlo más tarde colgado de un cable dentro de una de las bodegas, con un nudo en el cuello que sus ya seniles manos nunca habría podido realizar. Había sido asesinado también con la "marca en el cuello", como las marcas de los vampiros, existiendo evidencia de que incluso terminó de ser ejecutado en la ambulancia que lo llevaba al hospital. Poco después, en las calles de Berlín apareció un cartel diciendo: "Rudolf Hess ha muerto... ¡ahora ya es libre!". Otro detalle importante en la ritualidad judía es la constante connotación de "perdón" del resto de las fiestas que celebra durante el año: Perdón de todos sus pecados, de todas sus crueldades y de todos sus asesinatos, expresado principalmente en el Día del Perdón o "Yom Kippur", en que, por paralizar las actividades, cierran prácticamente todas las multitiendas y centros comerciales del mundo para que sus jefes judíos puedan retirarse y pedir perdón a Jehová durante el aniversario de alguna de sus victorias, a principios de octubre de cada año. Allí, en el Yom Kippur, oran en ayuno los versículos de la Torah y "traspasan" todos sus pecados a algún animal que posteriormente será sacrificado con degüello y desangramiento, para luego ser quemado y ofrendado en “holocausto”. Así, el hipócrita judío queda "limpio" de toda culpa a cambio de un inocente ayuno, y listo para reiniciar sus crímenes anuales, expresados en plenitud el día del Purim. Así, como lo gritara Streicher esa tarde, la judería sí celebraba otra de sus Fiesta del Purim en Nüremberg. JEHOVÁ, DIOS DE ISRAEL 1- Origen del culto a Jehová, dios de Israel 2- La Creación de Jehová 3- Los sacrificios de Jehová “Entonces los judíos de Cyrene (en la actual Libia) escogiendo como jefe a Andreas, mataron a romanos y griegos y devoraron sus cuerpos, bebieron su sangre, vistieron las pieles que les desollaron y aserraron a muchos por la mitad de la cabeza; algunos fueron tirados a bestias salvajes y a otros se les obligó a matarse entre ellos luchando en combate. En total mataron 220.000 personas. En Egipto hacían muchas cosas similares, también en Chipre, que llevó por ellos el nombre de Artemión; allí se mataron otros 40.000”. Dio Cassius: 78º Libro de Historia. Capítulo 32. 1- Origen del culto a Jehová, dios de Israel El Moloch es un ente adorado como dios del fuego, origen de Saturno y Cronos, es decir, Dios Uno de la Creación (o la Degeneración) del mundo y del tiempo. Según la tradición gnóstica este ser es el Demiurgo Satanás, el cual extrae su sustento vital de devorar sus criaturas. Si bien hubieron diferentes culturas que desarrollaron cada una sus respectivos cultos a Moloch, el Demiurgo es sólo “Uno”. Otras denominaciones de Moloch según el dialecto utilizado son: Molok, Molek o Melek. Según el gnosticismo, el judaísmo es el culto unificado a Moloch, bajo la denominación de Jehová. El judío reclama legítimamente ser el “pueblo elegido” del “Dios” creador (o causante) de este mundo. La palabra Molech no representa la pronunciación original del nombre hebreo sino que es la vocalización del griego Moloch. Una vez instalado en Palestina, el judío sacrificaba los primogénitos en su particular culto a Moloch en el Valle de Hinnom, al sureste de Jerusalén. Mediante un oscuro pacto satánico, Moloch-Jehová selló el Pacto que conformó definitivamente al judío como su “pueblo elegido”, enseñándole a no rendir holocausto o sacrificio de sangre más que a Él mediante el culto renovado. Los sacrificios al “dios sol” tienen un origen que se halla perdido en las nieblas del tiempo. Su intención es reavivar el fuego solar y se fundamenta en el hecho de que Jehová, como Saturno, como toda su Creación, necesita devorar a “sus hijos” para mantener su vigor. En Cartago, Moloch estaba representado por una enorme estatua de bronce con cabeza de toro. La estatua estaba hueca y dentro ardía un fuego que coloreaba a Moloch de un color rojo vivo. Las ofrendas, es decir, los niños y demás víctimas eran colocados en las manos de la estatua. A través de un “ingenioso” sistema, las manos se elevaban hasta la boca (como si el Moloch estuviera comiendo) y las víctimas caían en el fuego donde eran consumidos por las llamas. Las gentes reunidas ante el Moloch bailaban al son de flautas y tambores que amortiguaban los gritos de terror y de dolor de las víctimas. Como hemos explicado, en la antigüedad existían muchos cultos diferentes a Moloch. Finalmente, Moloch-Jehová conformó y “santificó” mediante un pacto a su Pueblo Elegido para hacer de él una “nación santa”. El dios Creador del mundo material, Jehová, les ha creado de su propia naturaleza del barro de la tierra para ser su “pueblo santo” y su representante en la tierra. 2- La Creación de Jehová “En el principio Jehová crea los cielos y la tierra...” (Génesis 1, 1) Jehová es el dios, el Demiurgo Creador del mundo material. “Y Jehová procedió a formar al hombre del barro y a soplar en sus narices el aliento de vida y el hombre vino a ser alma viviente”. El Demiurgo crea al hombre del barro y le insufla su aliento dándole el alma-animal; crea el animal-hombre. He aquí al “orco” del Señor de los Anillos, creación del barro, emanación del aliento de Jehová. Pero la serpiente (Lucifer) resultó ser la más cautelosa de todas las bestias salvajes del campo. Y dirigiéndose al hombre le dijo: “Positivamente no morirán si comen del árbol del conocimiento del bien y del mal. Sabe Jehová que en el mismo día que coman de él se les abrirán los ojos y tendrán que ser como Dios, conociendo lo bueno y lo malo”. Entonces, al comer del fruto del árbol, a Adán y Eva se les abrieron los ojos y empezaron a darse cuenta de que estaban desnudos. Aquí se nos indica cómo la serpiente había introducido en el hombre, en algunos hombres, un veneno que lleva a despertar la esencia inmortal que se halla más allá de la Creación de Jehová. La consciencia luciférica del hombre había despertado, percibiéndose a Sí-mismos, dándose cuenta de que estaban desnudos en un cuerpo de carne. Antes vivían en una “perfecta” ignorancia de sí mismos y de la verdadera naturaleza y la realidad del mundo que les envolvía. Desde entonces ya no serían nunca más un simple animal-hombre limitado a la Creación de Jehová. De esta “rebelión” nació sobre la faz de la tierra una estirpe espiritual cuya naturaleza no estaba limitada a la realidad anímica de Jehová ni del mundo material. La superficie de la tierra fue pisada por seres fantásticos capaces de alcanzar más allá de los límites del mundo: un peligro para Jehová y su “Plan de Creación”. Habiendo despertado, la naturaleza divina del hombre empieza a percibir la esencia satánica de la Creación de Jehová: un reino de esclavitud y de muerte. Se hacía necesario pues lanzar sobre el hombre la maldición de la religión jehovítica, “no sea que alargue la mano efectivamente tome también del fruto del árbol de la vida y coma y viva hasta tiempo indefinido...” (Génesis 3, 22). Y Jehová los maldice expulsándolos del Jardín del Edén 3- Los sacrificios de Jehová Más adelante, en la historia de Caín y Abel podemos ver cómo Jehová ve con desagrado las ofrendas de vegetales mientras aprecia agradables los crímenes rituales y degollamientos de Abel: “Entonces Adán tuvo coito con Eva y ella quedó en cinta. Con el tiempo ella dio a luz a Caín y más tarde volvió a dar a luz a su hermano Abel. Abel llegó a ser pastor de ovejas, pero Caín se hizo cultivador del suelo. Y al cabo de algún tiempo aconteció que Caín procedió a traer algunos frutos del suelo como ofrenda a Jehová. Pero en cuanto a Abel, él también trajo algunos primogénitos de su rebaño , aún sus trozos grasos (agradables como ofrenda sacrifical a Jehová). Ahora bien, aunque Jehová miraba con favor a Abel y su ofrenda (sacrificio de sangre), no miraba con ningún favor a Caín ni su ofrenda” (vegetales). Tras la historia del Diluvio, común entre todos los pueblos del mundo, en la biblia judía hallamos el primer sacrificio agradable a Jehová: “Y Noé empezó a edificar un altar a Jehová y a tomar algunas de las bestias limpias (prescritas según Jehová) y de todas las criaturas voladoras limpias y a ofrecer ofrendas quemadas sobre el altar. Y Jehová empezó a oler un olor conducente a descanso...”. Jehová halla satisfacción y “descanso” en el degüello, desangrado y en el holocausto de víctimas en su altar. La biblia judía es un manual de sacrificios en el que se detalla a la perfección el crimen ritual por degollamiento y el holocausto (por el fuego) agradable a Jehová que llevan a cabo los sacerdotes judíos. En Génesis 22, Jehová solicita a Abraham que le entregue su hijo primogénito: “El dios Jehová puso a prueba a Abraham y le dijo: ¡Aquí estoy!. Toma, por favor, a tu hijo, a tu hijo único a quien amas tanto, a Isaac, y haz un viaje a tierra de Moria, y allí ofrécelo como ofrenda quemada (holocausto) sobre una de las montañas que yo te designaré”. Abraham, habituado a las exigencias de su “dios”, no se sorprende lo más mínimo, obedece y se pone manos a la obra. Entonces, tras marchar tres jornadas por tierras semidesérticas Isaac dice a su padre: “Padre, aquí están el fuego y la leña, ¿pero dónde está la oveja para la ofrenda quemada (holocausto)?. A lo cual Abraham dijo: “Jehová se proveerá la oveja para la ofrenda quemada (holocausto), hijo mío. Y ambos siguieron andando juntos”. Finalmente, habiendo llegado al lugar designado por Jehová, Abraham edifica un altar poniendo en orden la leña y atando de manos y pies a su hijo primogénito lo pone sobre el altar, encima de la leña: “Entonces Abraham extendió la mano y tomó el cuchillo de degüello para matar a su hijo”. Entonces el ángel de Jehová se puso a llamarlo desde los cielos diciendo: “¡Abraham, Abraham!. No extiendas tu mano contra el muchacho y no le hagas nada, porque ahora sé de veras que eres temeroso de dios, puesto que no has retenido de mí a tu hijo único”. Este texto nos indica que el sacrificio humano, concretamente el del hijo primogénito, era práctica conocida por Abraham. Como sabemos, el hijo primogénito es la víctima preferida del Moloch. Esta obsesión de Jehová por el degollamiento del primogénito podemos verla repetida en la biblia judía en el libro del Éxodo 13:1: “Jehová habló a Moisés y le dijo: Conságrame todo primogénito; las primicias del seno materno entre los hijos de Israel, tanto de los hombres cuanto de los animales, mías son”. En Exodo 22:28, Jehová le dice al judío: “No diferirás la ofrenda de tu cosecha y de tu vino nuevo; me darás el primogénto de tus hijos. Así harás con el primogénito de tus vacas y tus ovejas; quedará siete días con su madre, y al octavo me lo darás”. Jehová exige a los primogénitos de las vacas, ovejas y humanos para el ritual por degollamiento, desangrado y holocausto. Existen numerosas citas más de la biblia judía en las que Jehová reclama sacrificios humanos equiparándolos a los animales. (Ver: Exodo 22:29,30; Exodo 13:2). En Levítico 27:28 leemos: “Nada de aquello que se consagra a Jehová por entero, sea hombre o animal o campo de propiedad, podrá ser vendido ni rescatado; cuando una persona es dada por entero a Jehová, es cosa santísima. Nada consagrado por entero podrá ser rescatado, habrá de ser muerto”. En el libro de Jueces 11:29, podemos leer con toda claridad la “normalidad” con que el texto judío relata el asesinato por el judío Jefté de su propia hija como víctima en el altar de Jehová. Dice así: “El espíritu de Jehová fue sobre Jefté, y pasando por Galaad y Manasés, llegó hasta Masfa de Galaad, y de Masfa de Gallad pasó a la retaguardia de los hijos de Ammón. Jefté hizo voto a Jehová diciendo: Si pones en mis manos a los hijos de Ammón, el que, al volver yo en paz salga de las puertas de mi casa a mi encuentro, será para Jehová, pues se lo ofreceré en holocausto. Avanzó Jefté contra los hijos de Ammón y se los dio Jehová en sus manos, batiéndolos desde Aroer hasta según se va a Menit, veinte ciudades, y hasta Abel Queramim. Fue una gran derrota, y los hijos de Ammón quedaron humillados ante los hijos de Israel. Al volver Jefté a Masfa, salió a recibirle su hija con tímpanos y danzas. Era su hija única, no tenía más hijos ni hijas. Al verla rasgó las vestiduras...”. Jefté dijo a su hija: “he abierto a Jehová mi boca sobre ti y no puedo volverme atrás”. Quería decirla que la había prometido a Jehová en sacrificio. Ella dijo: “Padre mío, si has abierto tu boca a Jehová, haz conmigo lo que de tu boca salio, pues te ha vengado Jehová de tus enemigos, los hijos de Ammón (...) Pasados los dos meses, ella volvió a casa y Jefté cumplió en ella el voto que había hecho”. En definitiva, Jefté degüella a su hija, la desangra y la ofrece en holocausto en el altar de Jehová. El texto judío propone la actuación de Jefté como ejemplo de lo que ha de hacer un alma “piadosa y temerosa de Dios”. No hay la más mínima duda de que Jehová, el demiurgo causante del mundo material es un ser del bajo astral que se alimenta del derramamiento de sangre en crimen ritual y del humo del holocausto. Es el mismo Satanás y a “Él”, dios de este mundo, rinden culto y adoran tanto el judaísmo como las diversas iglesias cristianas; todos cultos satánicos. Veamos ahora el ritual sobre el que Jehová establece el Pacto con su Pueblo Elegido. Libro del Éxodo 29 de la biblia judía: “Toma un toro joven y dos carneros sanos y pan no fermentado y tortas anulares no fermentadas mojadas ligeramente con aceite y galletitas delgadas no fermentadas, untadas con aceite”. (...). “Ahora tienes que presentar el toro delante de la tienda de reunión y Aarón y sus hijos tienen que poner sus manos sobre la cabeza del toro. Y tienes que degollar el toro delante de Jehová, a la entrada de la tienda de reunión. y tienes que tomar parte de la sangre del toro y con tu dedo ponerla sobre los cuernos del altar, y toda la demás sangre la derramarás sobre la base del altar. Y tienes que tomar toda la grasa que cubre los intestinos y el apéndice que está sobre el hígado y los dos riñones y la grasa que está sobre ellos, y tienes que hacerlos humear sobre el altar. Pero la carne del toro y su piel y su estiércol los quemarás con fuego fuera del campamento. Es una ofrenda por el pecado. Entonces, tomarás uno de los carneros y Aarón y sus hijos tienen que poner sus manos sobre la cabeza del carnero. Y tienes que degollar el carnero y tomar su sangre y rociarla en derredor sobre el altar. Y cortarás el carnero en sus trozos y tienes que lavar sus intestinos y sus canillas y poner sus trozos uno contra otro y así hasta su cabeza. Y tienes que hacer humear el carnero entero sobre el altar. Es una ofrenda quemada a Jehová, un olor conducente a descanso. Es una ofrenda hecha por fuego (holocausto) a Jehová. Enseguida tienes que tomar el otro carnero, y Aarón y sus hijos tienen que poner sus manos sobre la cabeza del carnero. Y tienes que degollar el carnero y tomar un poco de su sangre y ponerla sobre el lóbulo de la oreja derecha de Aarón y sobre el lóbulo de la oreja derecha de sus hijos y sobre el pulgar de la mano derecha de ellos y sobre el dedo gordo de su pie derecho, y tienes que rociar la sangre en derredor sobre el altar. Y tienes que tomar un poco de la sangre que está sobre el altar y un poco de aceite de la unción, y tienes que salpicarlo sobre Aarón y sus prendas de vestir y sobre sus hijos y las prendas de vestir de sus hijos con él, para que verdaderamente sean santos él y sus prendas de vestir y sus hijos y las prendas de vestir de sus hijos con él. Y me verás presentarme allí (ante los cadáveres) a los hijos de Israel, y él ciertamente será santificado por mi gloria. Y de veras santificaré la tienda de reunión y el altar, y santificaré a Aarón y sus hijos para que me hagan trabajo de sacerdotes. Y ciertamente residiré en medio de los hijos de Israel, y ciertamente resultaré ser su dios. Y ciertamente sabrán que yo soy Jehová su dios, que los sacó de la tierra de Egipto para residir en medio de ellos. Yo soy Jehová su dios. Toda la biblia judía detalla cómo realizar los sacrificios y holocaustos a Jehová: “Luego acercó el carnero de la ofrenda quemada, y entonces Aarón y sus hijos pusieron las manos sobre la cabeza del carnero. A continuación Moisés lo degolló y roció la sangre en derredor sobre el altar. Y cortó el carnero en sus trozos y procedió Moisés a hacer humear la cabeza y los trozos y el sebo... Era una ofrenda quemada para un olor conducente a descanso. Era una ofrenda hecha por fuego a Jehová, tal como Jehová había mandado a Moisés”. (Levítico 8, 18). Acaban los rituales siempre con la misma fórmula: “Un sacrificio para un olor conducente a descanso. Era una ofrenda hecha por fuego a Jehova”. Una ofrenda hecha por fuego, es decir, un holocausto. La biblia judía es un documento mediante el cual Jehová establece un pacto con una casta sacerdotal. En ese libro se detalla el método de realizar los sacrificios a Jehová y, además, se establece que toda la “humanidad” no-judía está compuesta por animales igual al resto de las bestias y por tanto, son sujeto de sacrificio, ofrenda agradable “conducente a descanso” en el altar de Jehová. Una de las principales celebraciones de los judíos es el Purim. Esta fiesta es una celebración de odio contra Haman, según la historia que se halla escrita en el Libro de Esther del “Antiguo Testamento”. El cuento, que como toda la “biblia judía” es una invención que refleja el modus operandis y el “ideal” judío, dice que Xerxes, Rey de Persia, tuvo como amante a una judía, Esther, y que la hizo su Reina en el lugar de su esposa. Haman, hermano del Rey, se quejó ante él de la conducta de los judíos diciendo que no respetaban las leyes y obtuvo del Rey una orden para ajusticiarlos. Esther, suplicándole al Rey, acordó con él de convocar a Haman a un banquete. Allí la Reina Esther convenció al Rey de perdonar a los judíos y de colgar a Haman en una horca que preparó para la ejecución su guardián. En lugar de ser los judíos los muertos, dice el mito judío, fueron asesinados sus enemigos, incluso los diez hijos de Haman, que fueron colgados. Hoy día el judío celebra este cuento con un carnaval de disfraces y gula llamado “Fiesta del Purim”, celebrado además con crímenes rituales encubiertos como formalidad ceremonial del festejo. El “pueblo” judío festeja la muerte de miles y miles de hombres, mujeres y niños en una suerte de orgía de muerte y de sangre, asumiéndolo como una lección de sabiduría de su “Dios”. Podemos pensar que aunque el relato sea una invención judía que no responde a la realidad literal de los hechos, el tema guarda un trasfondo histórico en algún tipo de contrapié y aventura conspirativa que en su día el judío desarrollara en Persia. Hoy día el ritual sigue derramándose como en aquella jornada mítica. Los judíos celebran su fiesta del Purim atiborrándose de pasteles y lanzando maldiciones a la memoria de Haman; los panaderos judíos hacen con ingredientes secretos pasteles con forma de orejas humanas que son comidas ritualmente por los judíos en este día y las llaman “Orejas de Haman”. Los dos días de fiestas principalmente asociados con el Sacrificio Ritual son el Purin y el Passover. En los asesinatos políticos como el del Zar y su familia y de otros rusos, puede hallarse el rastro del Crimen Ritual. Igualmente hay informes prohibidos que apuntan a que en el Juicio de Nürnberg, las víctimas sufrieron este mismo tipo de Ritual. JEHOVÁ, DIOS DE ISRAEL