Fecha de nacimiento: 2 de julio de 1877, Calw, AlemaniaFecha de la muerte: 9 de agosto de 1962, Montagnola, Suiza
La novela Demian de Hermann Hesse es definitivamente un gran libro que ha pasado a la historia como una novela capaz de remover las mentes más seguras de sí mismas e influir a tantos que, como todos, andan tras lo búsqueda de las respuestas a las preguntas fundamentales de la vida, en especial una: ¿QUIEN SOY?
Creo que la clave para una correcta interpretación de Demian, está en entender la introducción del libro. Es ahí donde se entremezclan muchas de las ideas de fondo que quiere compartirnos del autor. Es imposible también pretender entender objetivamente la novela, sin antes conocer un poco la vida Hermann Hesse, su propia búsqueda, su pensamiento y creencias religiosas. Creo también que realizar una interpretación de toda la historia de Demian es algo muy extenso y complejo, no muy propio de la naturaleza de este artículo, por lo tanto decidí analizar tan solo algunas de las ideas que están como por detrás de los hechos contados en la historia, es decir, algunas de las concepciones del hombre y de la realidad que plasma Hesse, consciente o inconscientemente.
El relato cuenta la peregrinación que emprende Emil Sinclair en busca de sí mismo y de la verdad, haciendo referencia constantemente a elementos religiosos que nos llevan a pensar en la fuerte inclinación de Hesse por los temas de carácter trascendente o místico-religiosos lo largo de toda su vida. El libro está lleno de ideas o creencias que se enmarcan dentro de una especie de panteísmo al estilo oriental , al afirmar que los hombres no somos una creación de Dios propiamente sino de la “naturaleza”, es decir, como dice la introducción: “una proyección de la naturaleza hacia el hombre”.
Vemos también como algunas ideas gnósticas acompañan a Emil en ese largo camino de búsqueda de su yo autentico. Por ejemplo el carácter dualista, por el cual se hace una escisión tajante entre la materia y el espíritu. El mal y la perdición están ligados a la materia, mientras que lo bueno pertenece solo a lo espiritual. Así también toda la explicación que Demian le da a Emil sobre cómo debe romper el cascarón del mundo para volar hacia el conocimiento del dios “Abraxas” , nos recuerda nuevamente esa aproximación gnóstica del hombre que considera que el “iniciado” debe entrar en el proceso de la “gnosis” o “iluminación” para así alcanzar el conocimiento real de uno mismo y de la realidad. En síntesis se trata de una doctrina elitista, según la cual los iniciados no se salvan por la fe en algún dios sino mediante la gnosis, o conocimiento introspectivo de lo divino. La fe no basta, según esta ideología, menos aún la fe en Cristo, sino que el hombre es autónomo para salvarse a sí mismo.
A partir de esta concepción anteriormente descrita con respecto a las ideas religiosas que se plasman en el libro, podemos percibir también que, a lo largo del relato es posible encontrar una visión del hombre enmarcada a partir de la ideología nietzscheana, errónea desde mi punto de vista.
Según Friedrich Nietzsche, el hombre es un ser incompleto, y es asíque debe llegar a convertirse en el Superhombre o Suprahombre, que es una persona capaz de generar su propio sistema de valores. Justamente ésta es la teoría que Demian busca enseñar al joven Emil cuando le expone su creencia sobre el “estigma de Caín” y sobre “el mal ladrón”. Busca re-interpretar arbitrariamente ambos sucesos históricos y convenciéndolo acerca de cómo él debe reconocer que lleva esa marca de Caín y así poder superar los parámetros del bien y del mal, inculcados por la cultura judío-cristiana.
Concluyo diciendo que la novela Demian se presenta para muchos como un relato lleno de ideas algo novedosas y atrayentes que son capaces de cautivar al lector ingenuo que encuentra en Emil Sinclair un gran eco de sus anhelos más profundos y auténticos, tales como: el conocerse a sí mismo, la búsqueda de sentido de la vida, el deseo de una profunda libertad interior, la búsqueda de la verdad sobre Dios, etc. Sin embargo, en el fondo se plantea una respuesta a partir de un sistema ideológico poco acertado, como conjunción de ideas de la filosofía nietzscheana, psicologismos y religiosidad Gnóstica. Esto se contradice con lo que para mí es la parte principal de la Introducción en donde Hesse menciona que para buscar la verdad solo se debe seguir lo que nuestro más autentico y sincero mundo interior nos comunica