domingo, 17 de noviembre de 2013

LA MISIÓN FEMENINA: "Ser madre implica muchas obligaciones y entre ellas la de la educación del hijo. Una madre inculta, sin inquietudes, sin sensibilidad, no resultaría apropiada. Así pues, la mujer debe estudiar, debe tener una formación completa y general y una cultura extensa." Frau Gertrud Scholtz Klink - Jefa de la Organización de Mujeres Nacionalsocialistas.Juventud Femenina NacionalSocialista

"Cuando tratamos a la mujer con delicadeza, la llevamos así a su esfera más natural; llevándola al terreno que le corresponde. Su misión no consiste solamente en embellecernos la existencia, sino que llegará el día en que traigan al mundo niños hermosos, con lo que serán la promesa más segura de que mañana tengamos un pueblo sano." (Adolf Hitler)


LA IMPORTANCIA DE LA MUJER

Aquí se plantea pues el tema más debatido y criticado sobre el concepto de la mujer en el Nacionalsocialismo. ¿La mujer ha de ser básica y exclusivamente madre? Realmente ésto no es ni mucho menos así para el Nacionalsocialismo, pero es indudable que la maternidad es el objetivo prioritario, aunque desde luego ni mucho menos, el único. Pero ser madre implica muchas obligaciones y entre ellas la de la educación del hijo. Una madre inculta, sin inquietudes, sin sensibilidad, no resultaría apropiada. Así pues, la mujer debe estudiar, debe tener una formación completa y general y una cultura extensa. De ello depende fundamentalmente el futuro. Muchas habrán escuchado la norma de las tres “K”: Kirche, Kuchen und Kinder (Iglesia, Cocina y Niños), sin embargo el significado real de estas tres “K” era: Kirchen, Kultur und Kinder, es decir "Iglesia, Cultura e Hijos". Esto no quiere decir que fuese parte del programa. Era una expresión popular que la propaganda ha tergiversado.

“La revolución Nacionalsocialista dio a las discusiones existentes desde hace años sobre la posición y el campo de actividades propio de la mujer en el conjunto nacional, una dirección muy determinada: la mujer es la madre, que da al pueblo nuevas generaciones. Mantiene unida la familia. Su principal tarea consiste en la crianza y educación de los hijos. Esta decisión parece ser ante todo de naturaleza heredo-biológica y racial, y así es en realidad.

Sobre todo lo demás, se encuentra el interés de la nación por tener hijos sanos, aptos y capaces, que sean los portadores de la vida del pueblo en el futuro. Pero esa determinación aparentemente biológica de la mujer implica un factor espiritual. En tanto la familia coloque las bases permanentes de todo ulterior dominio de la vida por la joven generación, se requerirán las energías espirituales de la mujer. Pero si la mujer, para ser guardiana de la familia, ha de ser algo más que ésto, entonces, junto a esta trascendental misión, se plantea el problema de la educación de la mujer para esta misión.”
Hace algún tiempo un importante modisto me decía que el padre es un invitado en la familia. Que cuando el padre abandona la familia todo queda igual, pero que cuando es la madre la que lo hace, se produce un problema profundo y a veces irremediable. En este orden de ideas, la misión de mantener unida la familia es fundamental y a ella destina el Nacionalsocialismo, importantes esfuerzos. ¿Qué mejor que tener un psicólogo en cada familia en vez de llenar de consultorios toda la nación? Consciente de esta misión, el Partido Nacionalsocialista, una vez llegado al poder, tenía como importante misión contribuir a la unidad familiar.

“...difíciles de tratar son las personas caracterizadas con el concepto común de “asociales”, porque se adaptan sólo difícilmente a la organización social y constituyen por ello un peligro para toda la comunidad. Cuando tienen todavía un fondo sano y están por ello aún en condiciones de mejorar, representan un importante objeto de la educación Nacionalsocialista. La asistencia pública no tiene ya, desde hace tiempo, ninguna posibilidad a su favor. Pero el Partido dispone aún de algunos medios eficaces para su salvación para la comunidad. Una familia de esta clase se encuentra en la gran ciudad; calle oscura, piso interior mas oscuro aún; no paga el alquiler o lo paga con retraso; abandona a los hijos.

La primera misión del grupo local de beneficencia Nacionalsocialista es la vigilancia de esta familia; después impone una curadora que se esfuerza en poner en orden la casa y el cuidado de los hijos y en educar a los padres en el cumplimiento de sus deberes. El Partido se pone de acuerdo con el taller donde el marido trabaja para que el alquiler sea enviado directamente al casero, sin pasar por las manos del marido... En forma parecida se procede con los alcohólicos, que abandonan a sus familias y no cumplen con sus deberes de manutención de los suyos. En otros países se considerarían suficientes las medidas de policía; la asistencia Nacionalsocialista se esfuerza en conseguir que los descarriados vuelvan al buen camino, asegurando primero la existencia de la familia. El grupo local del Partido se encarga, en el acto, de la protección especial de la familia, y de ocurrírsele al marido embriagado maltratar alguna vez a la mujer y a los hijos, los hombres del grupo intervendrán sin demora con toda su autoridad.

Más importante aún es el trabajo educativo, que toca al hombre en su amor propio y se esfuerza en devolverle al sentimiento del deber. Como se ve, se trata de algo más que de medidas oficiales."


Jorge Mota; de "La Mujer en la Ideología Nacionalsocialista."

Frente femenino CEDADE : La mujer en la familia





La mujer desempeña un papel fundamental en la supervivencia de la raza, y es por esto que publicamos este libro, editado por CEDADE en los 70's, y que tiene pena validez hoy en día. Muy recomendado.



Frau Gertrud Scholtz Klink - Jefa de la Organización de Mujeres Nacionalsocialistas.
Cuando el Nacionalsocialismo se constituyo en poder dominante en Alemania en 1933, nosotras, las mujeres, comprendimos que era nuestro deber contribuir por nuestra parte en el programa de reconstrucción de nuestro Führer, al lado de los hombres. No hablamos mucho de ello, sino que comenzamos a trabajar inmediatamente. Nuestra primera preocupación fue ayudar a todas las madres que habían pasado grandes apuros durante la guerra y el periodo de postguerra y a todas las demás mujeres que - como madres - deben ajustarse en la actualidad a las demandas de esta nueva época. Actuando de acuerdo con el reconocimiento de estos hechos, creamos en primer lugar el Servicio de Maternidad del Reich cuyas funciones se exponen en el articulo primero de las regulaciones que lo rigen: La preparación de las madres se ve estimulada por el espíritu de solidaridad nacional y por la convicción de que pueden prestar un gran servicio a la Nación y al Estado. El objetivo de tal preparación es el de desarrollar el rendimiento físico e intelectual de las grandes madres, hacerlas apreciar los grandes deberes que caen sobre ellas, instruirlas en la manera de criar y educar a sus hijos y cualificarlas para las tareas domesticas y económicas. A fin de proporcionar tal preparación se han organizado varios cursos de formación, cada uno de los cuales trata únicamente un tema en particular, como por ejemplo, cuidado de los niños, higiene personal, cuidado de los enfermos en casa, educación de los hijos, cocina, costura, etcétera. Estos cursos se realizan en todas las ciudades con población superior a 50.000 habitantes a la vez que profesores itinerantes dirigen otros parecidos en las ciudades más pequeñas y en el campo. Cada mujer alemana de más de 18 años, puede realizarlo, independientemente de sus ideas religiosas, políticas o cualquier otra. El numero máximo de miembros se ha visto limitado a 25 por curso, porque la instrucción que se imparte no se ve limitada a disertaciones teóricas sino que toma la forma de clases practicas para cada uno de los grupos integrantes en los que se preguntan y responden todas las cuestiones. Desde la creación del "Reichsmütterdienst", esto es, entre el 1 de abril de 1934 y el 1 de octubre de 1937, 1.179.000 mujeres casadas y solteras han recibido este tipo de formación en 56.000 cursos, dirigidos por unos tres mil profesores, de los que alrededor de 1.200 tuvieron un empleo de jornada normal, mientras que los restantes 2.300 (también en posesión de las cualificaciones requeridas) actuaban con capacidad honorífica o como instructores a jornada parcial. Nuestra próxima preocupación se refería a esos millones de mujeres alemanas que, día tras día, realizan sus pesadas labores en las fábricas. Intentamos hacerles comprender como algo realmente importante, que también ellas representan a la nación. Ellas también deben sentirse orgullosas de su trabajo y deben poder decir: "Tengo una tarea útil que realizar y el trabajo que hago constituye una parte esencial del trabajo realizado por toda la nación en su conjunto". Una vez pensada esta meta, creamos la Sección Femenina del Frente Alemán del Trabajo (Frauenamt Der Deutschen Arbeitsfront) que en la actualidad cuenta con mas de ocho millones de miembros. Algunas críticas extranjeras han señalado a menudo que las mujeres alemanas carecen de la oportunidad de ganarse la vida trabajando en la industria u otras empresas. Por ello aprovecho esta oportunidad para rubricar que más de once millones y medio de mujeres están empleadas en diversas profesiones y ocupaciones y que su interés se ve atendido por la Sección Femenina del Frente Alemán del Trabajo. Además, somos de la opinión de que una mujer siempre encontrara posible la seguridad de un trabajo remunerado, siempre y cuando sea lo suficientemente fuerte como para desempeñar el trabajo que ha solicitado. Esto se aplica a las mujeres trabajadoras de todas las categorías, indistintamente de que el trabajo desempeñado sea de orden físico o intelectual. Por ellos es deber del "Frauenamt" asegurarse de que las mujeres no se hallen empleadas en ningún puesto que resulte perjudicial para su condición femenina y ofrecerles la protección para la que específicamente se les ha autorizado. A fin de traducir a la practica estas ideas, el "Frauenamt" ha procedido a crear el cargo de "mujer socialista trabajadora de la industria", para cada empresa que tenga empleadas a un numero considerable de mujeres. Las funciones que deben ejercer estas "Betriebsarbeiterinnen" son de índole general y particular. Deben conseguir que todas las mujeres empleadas en una misma empresa consideren sus deberes idénticos y que entre todas ellas reine un buen espíritu de camaradería. La Jefa de Trabajo y el consejo secreto las ayudan en sus tareas y se hallan en posición de ganarse la confianza de las demás mujeres trabajadoras porque todas se sienten mutuamente camaradas. Deben evitar que las rivalidades, los celos y la charla irresponsable envenene la atmósfera social de trabajo, ayudar a aquellas camaradas que se vean oprimidas por tareas domesticas y colaborar para que las tareas de trabajo sean lo mas dignas posibles. Con tal propósito deben ofrecer a la jefa del trabajo sugerencias para todo el tipo de medidas necesarias para adaptar los procesos de trabajo - en conformidad con las peculiaridades técnicas de la empresa - a las capacidades naturales de la mujer. Finalmente deben cooperar en el traslado de mujeres trabajadoras a otros lugares de trabajo, en la tarea de mantener el aspecto de las empresas lo mas agradable posible, etcétera. Esta enumeración de sus funciones muestra que no deben ser solamente experimentadas trabajadoras sociales sino también que deben hallarse familiarizadas con su trabajo actual. Por esta última razón se les exige una dedicación de varios meses en este trabajo antes de adjudicárseles el puesto de trabajadoras sociales. Durante este periodo reciben los mismos salarios que las demás mujeres trabajadoras y están sujetas a las mismas regulaciones que ellas. Soluciones similares, aunque a menor escala, existen con relación a trabajos con personal reducido, esto es, aquellos en que el numero de mujeres trabajadoras en inferior a 200. Nuestra organización dedica un cuidado especial a las mujeres trabajadoras casadas y con niños pequeños y a aquellas que están en estado. En este campo del trabajo social proporcionamos asistencia conjuntamente con la organización del Bienestar Nacionalsocialista (Nationalsozialistische Wolkswohlfahrt), que sobrepasa la norma fijada por la presente legislación. Esta asistencia suplementaria consiste en dinero, comida, ropa, etcétera. No debo olvidar añadir unas pocas palabras en relación a las mujeres estudiantes que utilizan parte de sus vacaciones a favor de esas mujeres trabajadoras - sobre todo aquellas con familias numerosas - , necesitadas de una semana de descanso como suplemento a sus vacaciones normales. Las estudiantes atienden generosamente al trabajo de estas mujeres en la fábrica durante su ausencia, y como no piden salarios, las trabajadoras no sufren ningún tipo de perdida pecuniaria. En muchas ocasiones la organización Femenina Nacionalsocialista (Nationalsozialistische Frauenschaft) proporciona alojamiento gratis a las estudiantes, mientras la Organización del Bienestar garantiza facilidades especiales para las mujeres en vacaciones, tales como paquetes adicionales de comida, alojamiento en unos de sus albergues para madres - incluida la comida, etcétera -. Durante los primeros años de la operación del plan, las estudiantes relevaron a las trabajadoras de 57.700 días de trabajo. Diariamente recibimos un gran número de cartas en que las trabajadoras y estudiantes indistintamente nos agradecen esta experiencia inolvidable. Las jefas de trabajo también nos informan continuamente de los beneficiosos resultados conseguidos. Tras completar la iniciación de los mencionados proyectos, continuamos nuestro trabajo por otros derroteros, como por ejemplo organizarnos nosotras mismas. De esta manera hemos coordinado las asociaciones femeninas que existían previamente y creado la asociación de mujeres alemanas (Deutsches Frauenwerk) que se subdivide en secciones según las directrices creadas por el Nationalsozialistische Frauenschaft. La "Deutsches Frauenwerk" cuenta, aparte del servicio de la Madre ya mencionado, con las siguientes secciones: economía nacional y domestica; asuntos culturales y educacionales; asistencia y una sección extranjeras. Además existen cuatros grandes departamentos administrativos, verbigracia, administración general; financias, organización y personal; asuntos de prensa y propaganda que últimamente se ocupa también de la radio, películas y otras demostraciones. En la sección economía nacional y domestica, se enseña a las mujeres y a las jóvenes a aplicar los principios de los principios de la solidaridad nacional. Se les enseña que en cada hogar la madre es la responsable de la salud de toda la familia, proporcionándoles una buena alimentación y ejerciendo normalmente sus deberes con habilidad y eficiencia. La sección cultural y educacional pone el patrimonio cultural de la nación a disposición de las mujeres, se ayuda en su trabajo a las mujeres artistas y se concede particular atención a los logros conseguidos por las mujeres en el campo de la ciencia. La sección de asistencia se ocupa del trabajo realizado por las enfermeras, la Cruz Roja y la defensa aérea. La sección extranjera establece contacto con asociaciones de mujeres en el extranjero, suministra información a las extranjeras, intercambia experiencias con organizaciones extranjeras, prepara programas de visitas de instituciones relacionadas con el trabajo de la "Deutsches Fraunwerk", etcétera. Todos estos grupos se hallan bajo la dirección general del "Nationalsozialistische Frauenschaft" que puede considerarse por tanto como la organización dirigente, mientras que la "Deutsches Frauenwerk" y la "Fraunant der Deutschen Arbeitsfront" constituyen el fundamento común del trabajo realizado por las mujeres a lo largo de todo el país. Los extranjeros me han preguntado repetidas veces sobre la clase de coacción que utilizamos para que las mujeres tomen parte en todo este trabajo. Desearía asegurar a los que esto preguntan que no sabemos de ningún tipo de coaccion. Aquellas que desean unírsenos deben hacerlo de forma totalmente voluntaria, y solo puedo agregar que todas ellas se dedican alegremente a su trabajo. Dejadme concluir citando un comentario que hice con ocasión del Congreso de Mujeres que tuvo lugar durante la reunión del partido en Nürnberg (1935): " Todo trabajo que nosotras realizamos por rutina, que en estos es tan extenso que ya no podemos describirlo con detalle, es simplemente un medio para alcanzar un fin. Es la expresión de la determinación de las mujeres alemanas de ayudar a resolver los grandes problemas de nuestra época. Un espíritu de camaradería nos anima a todas y nuestra lealtad a nuestra nación guía todos nuestros esfuerzos." Entrada más reciente Entrada antigua

La mujer y el Nacional Socialismo

Juventud Femenina NacionalSocialista El origen y los principios del Servicio del Trabajo obligatorio para la juventud femenina son casi idénticos a los del Servicio del Trabajo para los jóvenes. “La educación llevada a cabo en el espíritu del nacionalsocialismo hacia la comunidad nacional, hacia la camaradería e igualmente hacia una concepción moral más elevada del trabajo, no es menos necesaria para la juventud femenina que para la masculina, Conforme a su finalidad, el Servicio del trabajo de ambos sexos es algo unitario, total.” (Hierl).
En 1933 fue posible la unificación del Servicio. Hasta el 1.º de enero de 1934 el Comisario del Reich para el Servicio del Trabajo, que hasta entonces había sido voluntario, confió la jefatura de la juventud femenina, como organización única, a la Sra. Scholtz-Klink, bajo el nombre de “Servicio femenino del Trabajo”. El territorio del Reich fue dividido en 13 secciones regionales, cuyas directoras quedaron subordinadas a la directora general del Servicio femenino del Trabajo.
En los dos primeros años del Servicio femenino se hallaban frente a frente dos concepciones sobre el sentido y la misión de esta organización: Una tenía por base la idea de que el Servicio debía ser una escuela de educación de la joven como ama de casa y madre, la otra sostenía que es necesario una educación mediante el trabajo efectivo en interés del pueblo allí donde este sea necesario para llegar al conocimiento de la propia responsabilidad y de la abnegación indispensable para el servicio de la colectividad. Basándose en la experiencia se ha elegido como principio la segunda concepción.
El trabajo, que actualmente dura medio año, consiste en ayudar a aquellas mujeres y madres alemanas que, agobiadas por el trabajo o la enfermedad, no están en situación económica que les permita pagar el sueldo a sus sustitutas. Se presentó aquí un vasto campo de acción, particularmente en las regiones recientemente colonizadas. Desde el punto de vista educativo el trabajo constituye un deber de importancia trascendental para la joven.
Pero no solamente aquí sino también en las regiones rurales azotadas por la miseria y en los barrios obreros de las ciudades industriales es de urgencia capital la ayuda a las mujeres y madres con numerosa familia. Por todas partes han sido colocadas las obreras del Servicio, con objeto de ayudar a las mujeres en las labores domésticas, en el corral, en las faenas del campo... o para suplir el puesto de la madre enferma confiando sus hijos a las escuelas infantiles instaladas en el campo.
La naturaleza de esta aportación personal de trabajo debe ser cimentada y completada por la vida en común de las jóvenes de todas las clases sociales en los campos de trabajo, practicada y formada a base del consciente deber de responsabilidad. Para la enseñanza, organización de las horas libres, cultura física, etc. se aplican los mismos principios que para el Servicio del Trabajo en los hombres, si bien adaptados a la naturaleza de la mujer. Hasta mediados de 1935, el Servicio femenino del Trabajo dependió económicamente de la oficina nacional para la colocación obrera y de seguro contra el paro forzoso. Así se pudieron colocar a numerosas jóvenes sin trabajo. El 1.º de abril de 1936 el Servicio femenino se incorporó al Servicio obligatorio del trabajo, con la denominación actual de “Servicio obligatorio del Trabajo para la Juventud femenina”. Las 13 secciones regionales continúan subsistentes, pero sus directoras están ahora subordinadas al jefe del Servicio obligatorio del Trabajo bajo cuya dirección se encuentran en vías de realización diversas reformas de los campamentos (para 40 muchachas) de la enseñanza y de la educación. El Servicio femenino del Trabajo a principios de 1938 alcanzaba la cifra de 25.000 muchachas distribuidas en 600 campamentos.
Hace algún tiempo tuve ocasión de visitar, en compañía de algunos colegas de prensa, un campamento femenino que me produjo la más satisfactoria impresión. Allí estaban reunidas muchachas de las más diversas clases sociales, pletóricas de salud, sonrientes y tostadas por el sol. En nuestro honor entonaron viejos cantos patrióticos y algunas canciones populares, nos enseñaron sus bonitas habitaciones adornadas con flores y su sala de reunión. En el jardín ejecutaron danzas populares, haciéndonos penosa la despedida de aquel lugar colmado de juventud y alegría. (Del autor Cesare Santoro)